El Colegio de Enfermería de Valencia ha reclamado, en una nota de prensa, que se extremen las medidas de precaución contra la COVID-19 dado el repunte de contagios y la llegada de las Navidades, a pesar de que el porcentaje de vacunación en la región se sitúe en el 92% de la población diana. La institución solicita también que el control de aforos en lugares cerrados y la distancia de seguridad se haga teniendo en cuenta que existe “la gran amenaza de una sexta ola vinculada a las personas no vacunadas, según confirman los expertos epidemiólogos y a tenor de lo que está ocurriendo en otros países de Europa, como Austria, Alemania o Bélgica”.
En los lugares cerrados y en los que no se puede mantener la distancia de seguridad se debe seguir usando la mascarilla, que es un instrumento fundamental, explican. Desde el colegio se anima también a que el 8% de las personas que no se han vacunado lo haga, “especialmente la franja más escéptica, cuyas edades oscilan entre los 29 y los 39 años”. Además, la entidad se suma a la medida anunciada por el Consell de fijar un pasaporte COVID para poder acceder a lugares con mucho aforo de público y donde no se pueda garantizar la asepsia. Por ello, apoya el anuncio de Ximo Puig, presidente de la Generalitat Valenciana, de establecer el certificado COVID por la actual situación de aumento de los contagios, incidencia y ocupación hospitalaria.
El Colegio de Enfermería de Valencia también advierte de que la desescalada COVID-19 debe ser gradual y en función de la situación sanitaria, tanto de Atención Primaria como hospitalaria; “teniendo muy en cuenta el índice de ocupación de las UCI de cada uno de los hospitales de la región y la disponibilidad de medios humanos y materiales con los que se contaría para hacer frente a otra ola”. En este sentido, inciden en la necesidad de “no bajar la guardia”, apelando a la responsabilidad para evitar una ola de contagios vinculada a la no vacunación y a las nuevas cepas del virus y sus posibles mutaciones, destacan en el mencionado comunicado.
El colegio recuerda que hace un año se alertó de la tercera ola de contagios antes de Navidades, “pero no se nos escuchó y finalmente acabó llegando con el mayor número de infectados y fallecidos”. También considera que las enfermeras disponen del mejor indicador para detectar la incidencia de transmisión del virus, pero apela a la postura de compromiso social e individual de la población para evitar que aumenten los contagios y las muertes. “Si volvemos a relajarnos, además de los despiadados efectos sobre la salud pública, aumentarán las catastróficas consecuencias económicas en los sectores más afectados por la crisis del coronavirus”, subrayan las mismas fuentes de la institución.
Asimismo, insta a las administraciones a que aumenten la frecuencia de horarios del transporte público al máximo para evitar aglomeraciones, garantizando una adecuada ventilación, así como el cumplimiento, por parte de la población, de las medidas preventivas, concluyen desde el Colegio de Enfermería de Valencia.
