El Hospital Infantil de Filadelfia, ubicado en Estados Unidos, ha logrado mantener con vida a 8 fetos de cordero durante 4 semanas gracias a unas bolsas de plástico esterilizadas que contenían líquido amniótico y oxigenando la sangre mediante una máquina conectada al cordón umbilical.
Gracias a esta tecnología, que imita al útero materno y que, según el Instituto Tecnológico de Massachussets (MIT), mejora las incubadoras actuales, se podría cuidar a los recién nacidos prematuros que se consideraran inviables fuera de la matriz, ya que la edad de gestación de estos animales era la equivalente a las 22 o 23 semanas en un ser humano.
El estudio, publicado en la revista Nature, puso de manifiesto que los fetos, transcurrido dicho periodo de tiempo, se habían desarrollado de manera correcta: su función pulmonar era normal, podían moverse y abrir los ojos y tragar de forma adecuada.
Sin embargo, el director del Instituto Infantil para Ciencias Quirúrgicas del Hospital de Filadelfia, Alan Flake, ha declarado que este sistema no es apto para la incubación de un niño durante 9 meses completos. Aun así, esta investigación ha demostrado que esta técnica tiene la capacidad de reducir el riesgo de muerte en los recién nacidos prematuros, así como permitir que los bebés completen su formación de forma adecuada.
