Enfermera de noche, tráfico de pastillas

Martes, 17 de diciembre de 2019

por Sonia Palencia

Soy enfermera, trabajo en turno de noche y en el hospital no hay servicio de farmacia nocturno. En días laborables, desde las 20:00h, en festivos y domingos, desde las 15:00h. Todas las noches hay ingresos, salvo muy raras excepciones (por ejemplo, si la planta está llena no hay camas libres).

Muy pocos pacientes se traen sus tratamientos de casa, no han previsto ingresar, o no han pensado que puedan necesitar sus pastillas habituales. Llegan a planta con el tratamiento prescrito por el médico de urgencias. Normalmente, lo que toman en casa más lo que necesiten dependiendo del diagnóstico. Si es oral, comienzan los problemas, porque en las plantas no hay de todo. Sobre las 2 o las 3 de la mañana, es la hora del tráfico de pastillas.

Francisco ingresa a la 1 de la mañana. Toma desde hace varios meses Vandral para la depresión y dice que es lo único que le ha funcionado. También toma un antidiabético oral, medicación para el colesterol y un protector gástrico. Pero sobre todo, lo más importante, me insiste Francisco, es lo que toma para dormir. “Señorita”, me dice, “es que si no lo tomo, no duermo”. “Tranquilo, Francisco”, le digo, “que yo me ocupo”.

Me hago una lista de pastillas que me faltan y llamo a un compañero de la planta superior. Cuando contesta, ya sabe de qué va el asunto y tiene preparada su lista. Le enumero mis necesidades:

-¡Buenas noches! Hoy necesito: Vandral Retard® de 150 mgr, Lorazepam de 1 miligramo, Atorvastatina 40, Pantoprazol de 20…

-Buenas noches -me responde-. Puedo darte Lorazepam, Pantoprazol y Aatorvastatina. Creo que en la novena la compañera tiene Vandral®. Prueba en la séptima el resto, que también negocian. Yo necesito Ciprexa®, Noctamid®, Enalapril y Tranxilium®.

Si la necesidad es vital, por supuesto, llamamos a la supervisora, que avisa a seguridad, abren juntos la farmacia y cogen lo que necesitan firmando y registrando no sé cuántos documentos (o eso nos han contado). Tardan, pero te lo traen. Si no es vital, te dicen que intentes arreglarte por ahí. Y eso hemos hecho, buscar la manera de arreglarnos y que el paciente no pague la carencia.

Y así vamos, con otra labor nocturna que te entretiene. Otra tarea ineficiente. Ahorramos en personal de farmacia, y las enfermeras aprovechamos el tiempo que no tenemos en ir de aquí para allá buscando la manera de garantizar al paciente el tratamiento prescrito. O eso, o mareamos a la “súper” toda la noche, que no creo que se vaya a dejar.

PD: No se lo digáis a nadie, pero las pastillas con las que traficamos son las que dejan los pacientes que se van de alta y han mandado de farmacia porque creían que se quedaban un día más. Nosotras las guardamos en una cajita que luego escondemos convenientemente, porque la “súper” de la planta laa tira o laa devuelve a farmacia, que dice que está prohibido tenerlas en la planta. Pero de esto, ni palabra, que se nos cae el pelo.

Sonia Palencia – Enfermera de trinchera

Para consultar la publicación original, puede seguir este enlace.

enfermera, Pastillas, turno de noche

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