Natalia Llamazares ya sabía que quizás tendría que irse al extranjero cuando comenzó la carrera de Enfermería; fuera de España buscaban enfermeras y las profesionales españolas estaban bien valoradas, por lo que se aventuró y se fue a Reino Unido. Una experiencia enriquecedora con la que está aprendiendo y evolucionando; aunque en un futuro ella se ve viviendo en España, no descarta probar suerte en otro país, porque como ella dice: “es difícil tomar la decisión de salir de tu país, pero es más difícil la de volver y terminar la aventura”.
Pregunta. ¿Qué llevó a Natalia a querer dedicarse a la Enfermería?
Respuesta. Va a sonar a tópico, pero desde pequeña siempre jugaba a cuidar a mis muñecos y cuidaba a mi abuela que tuvo que someterse a diferentes intervenciones. De hecho, siempre le decía que cuando fuera mayor sería yo quien la curase. Además, veía todas las series de médicos que había como House, Urgencias, etc. Y así empezó mi relación de amor incondicional por el cuidado a los demás.
P. Estuvo un tiempo en España, pero luego se fue al extranjero, donde lleva ya unos cuantos años. ¿En qué momento y por qué decide marcharse a Reino Unido?
R. Desde que empecé la carrera y escuché que en el extranjero se buscaban enfermeras y que las profesionales de Enfermería de España estaban muy bien valoradas, ya tenía en mente irme. La decisión final la tomé cuando se me acabó el primer contrato laboral. Ahí pensé que si de verdad quería irme, o lo hacía en ese momento o después sería más difícil para mí una vez empezara a tener más contratos.
Decidí Reino Unido por la cercanía a mi familia y amigos, por el idioma (ya que tenía un buen nivel de inglés) y, principalmente, porque mi hermano estaba ya viviendo allí.
P. ¿Cuándo se fue tenía trabajo o lo encontró al llegar allí?
R. Hice desde España, a través de Skype, varias entrevistas. Superé todas, así que sí, efectivamente, cuando me trasladé a Londres ya tenía firmado un precontrato.
P. ¿En qué se diferencia el sistema sanitario de Reino Unido del español?
R. La principal diferencia, en el ámbito laboral, entre el sistema sanitario de Reino Unido y de España es la forma de acceso a un puesto de trabajo. En Reino Unido no existe una bolsa de empleo como ocurre en España: para optar a una vacante, una vez que has sido admitido en el proceso de selección, debes mantener una entrevista personal y en caso de ser contratada, pasas a pertenecer al NHS con un contrato indefinido. Una vez que tomas posesión de tu puesto tienes un periodo de formación específico para el rol que has sido contratado, llamado “supernumerary”. Este periodo es supervisado, y durante el mismo vas siendo formada con diferentes trainings hasta terminar de formarte en el nuevo puesto.
Por otro lado, en Reino Unido, las categorías dentro del grupo de Enfermería están clasificadas por bandas, que van desde la 5 hasta la 8. Para ascender de banda es necesario presentar un proyecto y realizar una entrevista.
Cabe destacar que además de los trainings específicos para el desarrollo de tu propio trabajo, existen los llamados ‘’extended rol’’ en los que te forman para realizar procedimientos y técnicas que no corresponden a Enfermería per se. Por ejemplo, en mi unidad me han entrenado a colocar catéteres venosos centrales permanentes para diálisis, y eso es algo que en Reino Unido llevan a cabo los médicos. Eso significa que estoy efectuando procedimientos sin la necesidad de ser supervisada por un facultativo. En este momento, me están entrenando en el de administración de sedación intraoperatoria. Al ser las enfermeras las que sedan a los pacientes, permiten a los anestesistas centrarse en enfermos y cirugías más complicadas.
Algo muy importante, es que en este país existe la posibilidad de trabajar en tus días libres, o fines de semana, en turnos extras llamados “bank”, lo que te permite ganar un dinero extra.
P. Pero no solo ha estado en Reino Unido, también ha sido voluntaria en África. ¿Qué nos puede contar de esta experiencia?
R. Qué voy a decir… Sí, he repetido y estoy deseando volver con mis niños. Es de las experiencias más bonitas, reconfortantes y a la vez dolorosas que he vivido. Es un sabor completamente agridulce. Mi voluntariado ha sido en un colegio/orfanato en Kenia, donde hay niños desde los 4 años hasta los 13-14.
Allí las condiciones (incluso para los voluntarios) son muy duras. No dispones de ciertas cosas a las que estás tan acostumbrada que las das por hecho, y te olvidas de lo privilegiados que somos, como por el simple hecho de poder lavarnos los dientes con agua del grifo o darnos una ducha con agua caliente y limpia.
Sin embargo, te puedo decir que me fascina la capacidad del ser humano (es cierto que no todos pueden) de acostumbrarse y adaptarse a nuevas condiciones, y de sacar lo mejor de ellos. Es increíble cómo los niños son felices con tan poco, no envidian tu privilegio, son agradecidos, y son tan generosos que comparten todo lo que saben.
Estando allí tienes que deconstruirte mucho, ya que eres testigo de ciertas cosas que van completamente en contra de lo que en nuestra cultura nos han enseñado y de los principios de cada uno. Creo que eso es lo más complicado para mí. Y lo que más me han enseñado estos niños ha sido el valor tan gigante de una simple sonrisa y un abrazo.
P. ¿Recomendaría salir a trabajar como enfermera al extranjero, aunque sea para vivir la experiencia?
R. Por supuesto, sí. Todo lo que sea salir de tu zona de confort para aprender es un enorme SÍ. Este tipo de experiencia no solo te ayuda laboralmente, sino de forma personal de una manera alucinante. Te rompe barreras que ni tú sabías que tenías, te abre la mente a todos los niveles, conoces diferentes culturas, formas de ver la vida… Creces como profesional y como persona independiente.
P. Ahora que lleva unos años allí, ¿qué consejos le daría a un compañero que decida buscar trabajo de enfermero fuera de España? ¿Algo que tener en cuenta?
R. Que no tenga miedo, que todos los obstáculos que pueda encontrar hasta llegar a donde quieres merecen la pena y que, por supuesto, de todo se sale. Esta aventura te nutre y llena tu mochila de experiencias y personas que son para toda la vida.
P. ¿Dónde veremos a Natalia en un futuro? ¿Volverá a España?
R. Pues a la Natalia de un futuro la veo en España, por supuesto. Echo de menos a mi familia, a mis amigos, el ambiente de las calles y la luz de Madrid. Pero no ha llegado el momento de volver, no todavía. Ya que tengo el pie fuera de mi país, no descarto empezar en otro nuevo, y en unos cinco años volver a España a asentarme (como se suele decir) y ya no salir más que para viajar y conocer nuevos sitios como turista. Es difícil tomar la decisión de salir de tu país, pero es más difícil tomar la decisión de volver y terminar la aventura.
Requisitos para trabajar como enfermera en Londres:
- Nivel de idioma: Acreditar un nivel 7 de inglés, con certificación C de Cambridge, a través de un examen IELTS.
- Documentación: Pasaporte, certificado penal con apostilla de La Haya, registro de vacunas, tarjeta sanitaria europea.
- Homologación del título: Compulsa del título de Enfermería y traducción jurada del mismo.
- Solicitud de empleo: Solicitar el PIN (número personal de colegiación o de registro), que te asignará el NMC (Nursing and Midwifery Council).
