“La Enfermería y la Fisioterapia me ayudan a comprender de una manera más global el proceso por el que pasan los pacientes”

Viernes, 24 de noviembre de 2023

por Natalia Hernández Manjón


Isabel Terrazas no escogió Enfermería desde el principio, pero ahora tiene dos profesiones que le encantan y que compagina: la Enfermería y la Fisioterapia. Ambas le han enseñado, le han llenado y le han permitido conocer mejor qué les ocurre a los pacientes. No fue fácil compaginar, trabajar en dos sitios; muchas horas de sueño y vida social desaparecieron, el cansancio se hacía notar, pero mereció la pena. ¡Nos lo cuenta!

Isabel Terrazas compagina la Enfermería con la Fisioterapia

Pregunta. Empezaste a estudiar Enfermería, ¿qué te llevó a querer dedicarte al área de salud y más concretamente a ser enfermera?

Respuesta. Mi madre y mi padre también son sanitarios, son enfermera y médico. He crecido escuchando términos e historias que no llegaba a comprender del todo, pero sí despertaban mi curiosidad. He tenido la suerte de poder estar con mis padres a ratitos en sus trabajos, lo que me hizo saber desde pequeña que iba a acabar estudiando algo relacionado con el ámbito sanitario.

La verdad es que no puedo contar una historia idílica y decir que desde el colegio quería ser enfermera por vocación.

Empecé en la Universidad de Alcalá con 18 años matriculada en Fisioterapia, a esa edad, como muchos otros, no tenía claro qué quería hacer con mi vida en un futuro. Cuando comenzaron las clases vi que algo no me terminaba de llenar así que decidí acabar el primer curso y dejarlo en “pausa” por si en algún momento quería retomarlo.

En esa época yo estaba en una residencia de estudiantes y tenía compañeras que estaban estudiando enfermería, recuerdo que me contaban historias de su día a día en las prácticas y, junto con los recuerdos de cuando era pequeña y estaba con mis padres en el hospital, el gusanillo de dedicarme a la sanidad ya por fin cogió forma de la profesión más bonita del mundo, la enfermería.

En el siguiente curso ya estaba matriculada en Enfermería y ha sido la mejor decisión que he podido tomar.

P. Te formaste en Enfermería, pero más tarde también decides realizar el grado de Fisioterapia, ¿qué te hizo cambiar de carrera o ampliar tu formación hacia este lado?

R. Después de acabar Enfermería dejé pasar un año antes de retomar Fisioterapia, me preparé para el EIR, empecé a trabajar y barajé la posibilidad de volver a la universidad.

Finalmente, decidí continuar con la formación porque me parecía una carrera muy interesante a la par que práctica y que, además, se complementaría con mi trabajo de enfermera en un hospital monográfico de traumatología.

P. ¿Cómo ha sido tu experiencia trabajando como enfermera a la vez que estudiabas Fisioterapia?

R. Cuando retomé Fisioterapia mi contrato tenía fecha de fin en octubre así que pensé que sólo sería un mes compaginando trabajo y estudios, pero tuve la suerte de que me fueron renovando hasta hacerme indefinida por lo que mi experiencia ha sido bastante entretenida.

Me matriculé de todos los cursos a tiempo completo, a excepción de uno, el año después de que nos sorprendiera la pandemia quería tomármelo algo más de relax, había suspendido una asignatura de mucho peso y decidí dedicarme todo el curso solo a ella.

He tenido que sacrificar horas de sueño, de vida social y de tiempo para mí. Mi objetivo era acabarla en el menor tiempo posible para no alargarlo muchos años y, así ha sido, por suerte he podido terminarla en cuatro años.

P. ¿En la actualidad trabajas de enfermera o de fisioterapeuta? ¿Cómo compaginabas las dos profesiones?

R. Hasta hace poco he llevado una doble vida, trabajando de fisio unas horas por las mañanas y de enfermera, a jornada completa, por las tardes. En un futuro cercano me gustaría poder compaginar mejor las dos opciones, es decir, encontrar algo que me permita tener más tiempo libre y no estar 24/7 trabajando.

Era difícil compaginar ambos trabajos con la vida diaria, sobre todo por la cantidad de horas que suponen. Cuando estaba estudiando, recuerdo que llegaba al trabajo corriendo desde la universidad o desde las prácticas, engullía el tupper antes de arrancar a trabajar y me ponía manos a la obra. Esto no hubiera sido posible sin mis super compañeras de trabajo, que me cubrían el ratito que estaba comiendo.

También recuerdo que en esta etapa me tocó comenzar a aprender quirófano. Madre mía, ¡cuánta información de golpe!, tenía la neurona trabajando a todas horas, eso sí, al dormir caía como una mosca, te lo puedo asegurar.

P. ¿Qué es lo que más has aprendido estos años compaginando ambas carreras?

R. Que, igual que todos sabemos que es muy importante dormir y descansar varias horas al día, también es muy importante dedicarse tiempo a uno mismo y a los suyos.

Hay que saber diferenciar el momento en el que estamos para poder dejar a un lado las preocupaciones y comenzar a desconectar y disfrutar del poco tiempo libre que tengamos.

P. ¿Dirías que la Enfermería y la Fisioterapia tienen cosas en común o están relacionadas?

R. Sí, totalmente. En mi día a día lo veo ya que, como he comentado antes, trabajo en un hospital principalmente de traumatología. Ambas carreras me ayudan a comprender de una manera más global el proceso por el que pasan los pacientes; el haber estado en quirófano me sirve para comprender la técnica quirúrgica y la evolución que va a tener el paciente; el haber estudiado fisioterapia me ayuda a conocer mejor la anatomía de las partes afectadas y a poder hacer una serie de recomendaciones y tratamiento en función de la lesión.

Considero que ambas carreras se complementan, de lo que carece una te lo aporta la otra y viceversa. Por ejemplo, lo he notado sobre todo a la hora de conocer las patologías previas y medicación que toma el paciente, desde Fisioterapia esto es algo que se estudia menos, igual que desde Enfermería, solo vimos de pasada el vendaje funcional y desde la fisioterapia se incide más (al menos en mi caso).

Estudiar ambas carreras me ha hecho ser más crítica con los cuidados/tratamientos que proporciono y a cuestionarme más el porqué de las cosas, el “porque siempre se ha hecho así”, por suerte, ya no es una respuesta válida.

P. Qué opinas del número de plazas, ¿es necesario ampliarlas?

R. El número de plazas del EIR me parece insuficiente. Es cierto que podemos trabajar sin tener especialidad pero eso no quiere decir que un día una enfermera esté en la planta de cardiología, el siguiente en pediatría y el otro en reanimación. Tengo la sensación de que se les olvida que trabajamos con personas y que lo que buscamos es proporcionar los mejores cuidados posibles al paciente.

Debería sonar igual de descabellado que un traumatólogo paute un tratamiento de quimioterapia.

P. ¿Qué es lo mejor que te ha dado cada profesión?

R. De la Enfermería me quedo con mis compañeras de trabajo y con todos los momentos que hemos vivido juntas, tanto buenos como malos. Al final, no sé cómo, pero siempre somos capaces de darle la vuelta a la tortilla y ver el vaso medio lleno. La Fisioterapia aún me tiene que dar muchos buenos momentos, me quedo con la gratitud de los pacientes y con los momentos “confesionario” de la pequeña consulta.

P. ¿Dónde veremos a Isabel en un futuro? ¿Algún sueño por cumplir?

R. Tal vez me veáis trabajando en el quirófano de un hospital en un pueblo tranquilo. Me gustaría vivir la experiencia de escaparme al extranjero una temporada, aprender un nuevo idioma y conocer una nueva cultura.

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