Enfermera Hospital Cruz Roja: “Tenemos mucho miedo. Son momentos durísimos de cansancio extremo y soledad. Un shock emocional que pasa y seguirá pasando factura”

Lunes, 27 de abril de 2020

por Natalia Hernández Manjón

Nuria de Árgila Fernández es una de tantas profesionales sanitarias que trabaja cada día para ayudar a todos aquellos que tienen o han pasado por el coronavirus, un virus que ya ha afectado a 209.465 personas en toda España. Ella es enfermera y supervisora de un Hospital de Día Geriátrico pero también enfermera en el Hospital Central Cruz Roja San José y Santa Adela de Madrid. Gracias a la rápida organización y comunicación en tan solo dos semanas hubo una readaptación poniendo a disposición todo el centro para los pacientes con COVID-19. Admite que no ha sido fácil, que no había profesional sanitario o trabajador que no entrara con gran entusiasmo y con conversaciones alegres en las habitaciones,pero también que no saliera con los ojos empañados con todo esto que se está viviendo. Una crisis que les ha permitido una mayor unión y confort entre todos los equipos sanitarios, llegando a tener alianzas de trabajo jamás vividas a pesar del miedo y el shock emocional que les pasará factura.

La enfermera de Hospital de Cruz Roja, Nuria de Árgila
La enfermera de Hospital de Cruz Roja, Nuria de Árgila

-Pregunta: Cuando os enterasteis de la pandemia, ¿cómo decidió actuar el Hospital Central de la Cruz Roja? ¿En qué ha ayudado?

-Respuesta: La primera información institucional que nos llega desde la gerencia del hospital fue el día 3 de febrero a las 16:10h. Recibimos en ese email el primer procedimiento para ponerlo en marcha en nuestro hospitalbajo el nombre “Actuación ante la sospecha de caso posible del nuevo coronavirus”. Teníamos una cierta expectación con lo que estaba sucediendo en la ciudad China de Wuhan, pero ni por asomo advertíamos lo que luego iba a suceder.

La siguiente actualización del procedimiento se recibe 8 días después, el día 11 y a partir de ahí, fue un continuo de información y puesta al día en base al primer procedimiento con envíos a todos los profesionales sanitarios y no sanitarios. Como hospital de apoyo que somos dentro de la red pública, estábamos en alerta para poder dar soporte.

Desde mediados de marzo, en la Comunidad de Madrid ya se estaba documentando transmisión comunitaria. En estas fechas llegó un nuevo procedimiento que indicaba que, ante una neumonía no filiada, se hicieran pruebas complementarias por la sospecha de que pudiese ser COVID. Es en ese momento cuando comienzan a aparecer casos COVID en pacientes que llevaban tiempo ingresados, y ante los que no habíamos usado medidas de protección. A partir de este fin de semana, el hospital comienza su reestructuración en unidades COVD y NO-COVID.

Se aplaza toda la actividad programada referente a consultas, cirugías y exploraciones complementarias enviando SMS a todos los pacientes citados con motivo de la desprogramación de estas citas. Esto supuso la recolocación de todo el personal de enfermería de esos servicios en el resto de unidades. En unos días el hospital se ocupó de pacientes COVID al 100% aumentando el número de camas en 40, sobre las previas. Un esfuerzo ímprobo de gestión y recursos, situación semejante a la del resto de centros hospitalarios de la Comunidad de Madrid.

Se mantiene el Programa de Atención a pacientes en Residencias: facultativos y enfermeras de los hospitales que apoyan y asesoran a sanitarios de las Residencias para la mejor atención de los pacientes residentes en ellas, potenciando si es posible la permanencia en la propia residencia y gestionando la hospitalización si se precisase un ingreso. En el hospital además contamos con Atención Geriátrica a Domicilio, y en estos momentos se aumenta el horario hasta las 22 horas.

Otro cambio que se hizo fue crear un servicio de urgencias específico, que hasta la fecha no disponíamos. Servicio al que han acudido pacientes externos y el personal propio del hospital, dando una atención que hasta la fecha no teníamos. Y finalmente, el mayor hito ha sido la reconversión de una Unidad de Cuidados Especiales con la que contábamos en una Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), con todo lo que esto significa. El hospital aun siendo de los más pequeños en capacidad y cartera de servicios de la Comunidad de Madrid, ha sido uno de los hospitales que se han adaptado a las circunstancias con solvencia hasta la fecha.

-Pregunta: ¿Cuánto tardasteis en convertir las unidades adaptadas a pacientes de COVID-19?

-Respuesta: La fortaleza indiscutible fue la organización tan rápida en la readaptación de las unidades gracias a una excelente comunicación interna como estrategia operativa entre la dirección de enfermería y las enfermeras supervisoras con sus equipos. En dos semanas todo el hospital estaba siendo ocupado por pacientes con COVID-19.

Todo empieza el lunes 16 de marzo con la adaptación de las unidades de medicina interna y cirugía convertidas en unidades COVID, y a la semana siguiente ya todo el Hospital era COVID. Un trabajo de enorme complejidad realizado a lo largo de unasjornadas largas durante dos semanas.

-Pregunta: ¿Cuántos profesionales sanitarios forman el Hospital Central de la Cruz Roja?

-Respuesta: El número de profesionales ha ido variando mucho durante esta pandemia, pues además de la reasignación de recursos de servicios que se cerraron a otras unidades, hay que tener en cuenta que muchos trabajadores al inicio enfermaron, por lo que tuvimos que reaccionar con gran celeridad a las ausencias que se producían de un turno para otro. Durante esta situación, se produce una reasignación de profesionales incluso en funciones diferentes a las habituales, sobre todo los destinados a actividades ahora aplazadas, como fisioterapeutas, técnicos de anatomía patológica, etc.

Por otra parte, en los servicios en los que es posible se pone en marcha el teletrabajo de los profesionales siempre que sea factible. Pero el gran esfuerzo desde la dirección de enfermería fue el requerimiento inmediato en la contratación de profesionales de enfermería, ya que desde las primeras semanas estas plantillas empiezan a sufrir síntomas y son derivadas a sus domicilios a mantener la cuarentena.

-Pregunta: ¿Qué labores están llevando las supervisoras y enfermeras? ¿Al tener que doblar turnos, todos realizan más labores?

-Respuesta: Es una situación inédita y llena de complejidad la que estamos viviendo, por lo que priorizamos que todo el personal tuviera la información y la formación como garantía y seguridad para todos. Ambas se van modificando con las novedades casi de manera diaria, por lo que el esfuerzo es continuo y durante los tres turnos de trabajo.

Las supervisoras de enfermería (gestoras del cuidado) han sido quienes han sufrido más el peso de la responsabilidad en todo el proceso de adaptación; la realidad ha superado con creces cualquier probabilidad en cuanto a toda la planificación; la decisión de la creación de espacios sucios y limpios dentro de cada unidad, las plantillas con los recursos humanos mínimos necesarios, los recursos materiales con la distribución de los EPIs, la incorporación de medicación y materiales nuevos, la limpieza y desinfección de los equipos de medición de parámetros (torres, ECG, glucómetros, coagulómetros, saturímetros…), la reorganización de las habitaciones de aislados, los materiales de desecho y la eliminación de residuos contaminados, el control de ingresos/traslados/altas con las medidas adecuadas en cada uno de ellos, etc.

Al interrumpir su actividad la unidad que gestiono, el Hospital de Día Geriátrico y la Formación Continuada, mi cometido es dar soporte y apoyo en la formación en seguridad y protección a los trabajadores del hospital como apoyo a la enfermera de la Unidad de Preventiva sobrepasada con la atención a los trabajadores sintomáticos. Fui formando por las unidades y al mismo tiempo realizando labores de observación sobre la colocación y retirada de los EPIs, la correcta higiene de manos, controlando el tránsito por los pasillos, las distancias de seguridad ylos circuitos de entradas y salidas, la conservación y el buen uso de los espacios sucios y limpios, etc. Un apoyo que los trabajadores me devolvían como tranquilidad y seguridad porque la tensión y el esfuerzo de tantos días rondando la extenuación les privaba de alguna manera del alto riesgo de contagio que podían llegar a sufrir.

Las enfermeras que se mantuvieron en sus unidades son realmente las líderes en los cuidados de estos pacientes. Pero el esfuerzo de enfermeras con años de experiencia en quirófano, consultas u otras unidades específicas, que de la noche a la mañana se vieron en estas unidades COVID, ha sido encomiable. Con un excelente talante realizaron un aprendizaje absolutamente admirable, apartando muchos miedos y ofreciendo una gran entrega por parte de todos. Incluyo a las alumnas de 4º curso del Grado de Enfermería, quienes han demostrado su valía, complemento de un coraje muy profesional.

La observación nos hace constatar hallazgos nuevos en los cuidados de estos pacientes con infección por SARS CoV-2. Casi todos demandan constantemente sed y muy poco apetito, consecuencia de la fiebre y los trastornos intestinales producidos por la enfermedad, por lo que se modifican las dietas cambiando los purés calientes por cremas templadas, gelatinas frescas y productos lácteos fríos; también hubo que intensificar aún más la higiene bucalde estos pacientes.

Se implantan de manera conjunta con los equipos,medidas organizativas como el trabajo por parejas, una enfermera con el EPI entra en la habitación para administrar cuidados y otra queda de apoyo en el pasillo para la agilización y seguridad de los profesionales.

Además, se insta constantemente al cumplimiento en la disciplina en cuanto a la seguridad, extremando la higiene y procedimientos entre el personal trabajador: realizando una frecuente higiene de manos en cada momento según la OMS, evitar tocarse los ojos, la nariz y la boca, al toser o estornudar, cubrirse la boca y la nariz con el codo flexionado; usar pañuelos desechables y tirarlos tras su uso…seguir con las recomendaciones de circulación específicas para cada unidad. Además de realizar vigilancia pasiva de aparición de síntomas (auto control de temperatura y vigilancia de síntomas respiratorios).

Alguna enfermera dobla turno, y muchas están sin las oportunas libranzas de descanso. Además del miedo de llegar a casa con la posibilidad de contagiar. Esta gestión emocional fue un camino de batalla constante sin tener la capacidad de apenas desconectar. En esta situación de crisis es donde hemos encontrado más unión y confort entre equipos. Las enfermeras, técnicos, fisioterapeutas, terapeutas ocupacionales…estamos realizando alianzas de trabajo conjunto jamás vividas. Y esto, es lo que realmente nos ha dado la fortaleza para poder seguir en nuestro día a día.

-Pregunta: Conforme pasaban los días iban saliendo noticias de profesionales sanitarios contagiados. ¿Tuvisteis miedo? ¿Os informaron al inicio de algún protocolo a seguir?

-Respuesta: Claro que tenemos mucho miedo. Miedo de muchos tipos, también de traerlo a casa y contagiar a nuestras familias. Por ello la mayoría nos aislamos en casa todo lo que pudimos. Tomamos medidas severas duchándonos nada más llegar, guardando distancias e incluso comiendo y cenando a solas aun guardando una imponente necesidad de recibir abrazos de los nuestros, en estos momentos más que nunca. Son momentos durísimos, de cansancio extremo y soledad. Un shock emocional que pasa y seguirá pasando factura.

Desde los inicios, el servicio de preventiva ha comunicado procedimientos a seguir y ha dado respuestas a todos los trabajadores. La coordinación con este servicio siempre ha sido accesible y modélico.

-Pregunta: Ha habido muchos contagios entre profesionales sanitarios por coronavirus. ¿También en Enfermería?

-Respuesta: A fecha de hoy, se han realizado 559 determinaciones de PCR a 310 profesionales (a algunos de ellos varías determinaciones). El porcentaje de enfermeras ha sido muy elevado, sin distanciarse de los datos de otros hospitales.

-Pregunta: No ha sido solo la carga física, también la psicológica. ¿Cómo lo estás llevando?

-Respuesta: Sin duda este trabajo de “trinchera” nos ha desgastado física y psicológicamente. Además del esfuerzo de sobrellevar físicamente la situación, ver a los pacientes en soledad y aislamiento ha sido lo más duro a lo que nos hemos enfrentado los profesionales y también las familias. La mayoría son pacientes mayores y aunque las entradas a la habitación las llenábamos con tacto entusiasta y conversaciones alegres, no había profesional o trabajador que no saliera de esas habitaciones, con los ojos empañados. Todo esto está produciendo undesgaste emocional tremendo.

El hospital ha dispuesto una oferta de plazas en hoteles para los profesionales que lo precisen en este periodo epidémico y hasta la fecha son 35 los profesionales del hospital que están haciendo este uso. El hospital desde el principio, habilita la consulta de una psiquiatra y de una psicóloga ofreciendo sus servicios a todos los trabajadores. Han sido un apoyo importantísimo. Mucho de nosotros tarde o temprano necesitaremos sus servicios, yo sigo llorando a escondidas y sin dormir bien desde que todo esto empezó. Una preocupación añadida que las enfermeras y demás profesionales tenemos que gestionar con mucha fuerza y valor.

-Pregunta: Por último, ¿Crees que se está valorando vuestro trabajo enfermero lo suficiente?

Respuesta: Es curioso. Fíjate que la OMS declara este año 2020, el año de la enfermera y la matrona. No sé si ha sido una coincidencia o bien una oportunidad de demostrar el valor tan considerable que tienen las enfermeras en el sistema sanitario. De cualquier manera, se está mostrando a unas enfermeras valientes, con habilidades sobradas en adaptarse a esta situación de crisis sanitaria, con una integridad en los cuidados del paciente compasivos y profesionales máximos, con una fuerza humana extraordinaria y con un altruismo no siempre reconocido por muchos gestores. Es momento de admitir y asentar este valor, de cambiar el sistema de contrataciones, de reconsiderar las especialidades enfermeras en una mejora para los pacientes y el sistema; de adecuar las plantillas de las enfermeras en nuevos modelos de gestión de cuidados inmersos en equipos multidisciplinares. Somos un pilar importante e indispensable. Sean justos con nosotras.

Por último, quiero dedicar esta entrevista en primer lugar a todos los ciudadanos y a sus familias víctimas de esta espantosa pandemia; a todo el personal de enfermería, trabajadores (limpieza, celadores lencería, cocina…) y facultativos del hospital por ese crecimiento juntos. Y por último a la directora de enfermería, por sus agradecimientos constantes y alentadores en los momentos más necesitados.

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