Las enfermeras escolares tienen las mismas competencias que el resto de enfermeras, independientemente el ámbito en el que trabajen (asistencial, docente, investigadora…). La mayoría de las enfermeras en los colegios trabajan solas y son las garantes de la salud de toda la comunidad educativa.
Natividad López Langa, presidenta de la Asociación Nacional e Internacional de Enfermería Escolar (AMECE), relata que las enfermeras escolares cuidan del alumnado con enfermedades crónicas, raras y/o discapacitantes, y de toda la comunidad educativa (familias, estudiantes y profesionales docentes y no docentes) durante todo el horario escolar. “Damos una especial relevancia a la Educación para la Salud (EpS), competencia claramente enfermera, que podemos desarrollar durante toda la vida escolar de los niños y niñas escolarizados. La escuela es el escenario idóneo para la EPS, también para las familias (escuela de padres) y todos los profesionales de la escuela”, añade.
Lo principal que hace la enfermera escolar es aportar asistencia sanitaria al alumnado sano y al alumnado con patología, a la comunidad educativa. “De una forma directa o indirecta, mejora la salud de todos”, declara Engràcia Soler Pardo, presidenta de la Asociación Científica Española de Enfermería y Salud Escolar (ACEESE) e International Association of School Nurses @Health Promotion (ISNA).
Según Engràcia, otras competencias importantes que desempeña la enfermera escolar, además de la asistencial, son la gestión y el asesoramiento de los temas relacionados con salud, prevención de accidentes en la escuela, asesoramiento a los padres y madres sobre la salud de sus hijos/as, detección de conductas de riesgo, detección y control de enfermedades, etc. También asegura que puede detectar posibles problemas de salud físicos, mentales, emocionales, enfermedades, acoso, maltrato o ideas de suicidio, y riesgos de exclusión social y pobreza, “que son un factor desencadenante del fracaso escolar”, añade.
Cabe destacar también el papel que juega la enfermera escolar en la Educación y la promoción de la salud, una competencia reconocida por el Consejo Internacional de Enfermería (CIE) y que la Organización Mundial de la Salud (OMS) insta a todos los países del mundo a aplicar en las escuelas de cada país. “Un pilar muy importante en la adquisición de hábitos saludables y en la prevención y reducción de conductas de riesgo (alcohol, tabaco, drogas, conductas sexuales, enfermedades de transmisión sexual…)”, explica la presidenta. Muchas enfermedades de la edad adulta se producen por malos hábitos en la infancia y la adolescencia y la educación para la salud puede prevenirlas si se inicia en edades tempranas al modificar conductas no saludables.
Una enfermera escolar facilita la integridad en la escuela de niños, niñas y adolescentes con patologías, pluripatologías o discapacidad. De esta manera, se reduce el absentismo por problemas de salud y se garantiza el cumplimiento del derecho a la educación. También es importante el cuidado asistencial de la enfermera en el caso de niños, niñas y adolescentes sanos, porque pueden producirse urgencias durante el horario lectivo.
La Enfermería escolar en España
España es uno de los países de Europa con menos enfermeras escolares. Según Natividad López, esto se debe a la falta de voluntad política y el desconocimiento del valor añadido que es contar con enfermeras en los colegios. “Por ejemplo, a un niño que se le desencadena una crisis asmática, le atiende una enfermera y a los diez minutos está en el aula. Cuando no hay enfermera, ese mismo niño acaba en el hospital, con días de ingreso y la familia deja de ir a trabajar. Favorecemos por tanto la conciliación laboral y familiar”, detalla.
Según Natividad, en la Comunidad de Madrid, del año 2014 al 2019 se llegó a un acuerdo entre la Consejería de Educación y la Consejería de Sanidad en el que se determinó que habría una enfermera en los colegios donde hubiera alumnado con diabetes, alimentación por sonda y sondaje vesical, “dejando fuera a muchos niños y niñas con patologías crónicas”. En 2019 se derogó esta normativa y “desconocemos cuáles son los criterios actuales”, explica.
Un colegio con enfermera escolar tiene garantizado el acceso a la enseñanza de todo el alumnado, con y sin patologías, borrando las barreras que podrían impedir su acceso por motivos de salud o discapacidad. “La enfermera los acompaña a lo largo de todo el recorrido, respondiendo a todo lo que necesitan, previniendo y promocionando su salud, desempeñando ejercicios y actividades asistenciales cuando sea necesario, para que en el futuro puedan decidir sobre su propia salud”, revela Engràcia. “Disponer de una enfermera en la escuela da la tranquilidad a los padres y madres de que sus hijos/as están bien atendidos/as en cualquier aspecto de la salud durante todo el horario escolar”, añade. Además, se elimina la responsabilidad de unas competencias de salud al profesorado que no les corresponde, permitiéndoles poder centrarse en su labor, que es la educación del alumnado.
“Una escuela que tiene una enfermera escolar es una escuela que se preocupa por la salud de los miembros de su comunidad (padres, alumnado, docentes, no docentes…) y que se preocupa por tener un entorno y un espacio saludables”, declara.
Actualmente, no existe ninguna normativa ni Ley a nivel estatal ni autonómico que regule ni marque los criterios para determinar qué colegios han de contar con un profesional de la salud, y Natividad López lo considera como una “desprotección legal de las enfermeras escolares”.
La Comunidad de Madrid es la autonomía donde está más implementada la enfermera en el ámbito educativo. En el resto de España, las enfermeras escolares solo están en los colegios públicos de Educación Especial y en colegios privados, y no en todos. Para Engràcia Soler “la situación ideal” sería que hubiera una ley estatal por la que todos los centros escolares deban disponer de una enfermera escolar.
“Esta desigualdad entre colegios se debe a la falta de interés político de casi todas las Comunidades Autónomas”, apunta Natividad. Además, la enfermera escolar debe trabajar durante todo el horario lectivo del colegio, “y hay contratos que, por desgracia, no alcanzan la jornada completa. Al no existir uniformidad en los criterios de contratación y haber transferencia sanitaria y educativa a las comunidades, la contratación queda a criterio de las necesidades percibidas por las administraciones y no por las necesidades reales”, añade.
Existen además diferencias en las condiciones laborales y salariales entre las enfermeras de otros servicios como hospitales o centros de salud y las contratadas en los centros escolares, dependiendo de la Comunidad Autónoma donde trabajen y el organismo del que dependan. “Sería importante disponer de un convenio colectivo que garantizase la igualdad de las condiciones de trabajo de todas las enfermeras escolares. Para ello, los sindicatos deberían jugar un papel importante en la defensa de estos derechos y la mejora de las condiciones laborales de las mismas”, apunta Engràcia.
Escasez en el material escolar
También se está dando la problemática de escasez de material sanitario en las consultas de Enfermería de algunos colegios. “Habitualmente, tenemos el material que necesitamos, pero muchas veces se desconoce la gestión del mismo en un colegio: qué se necesita realmente, dónde se pide, quién lo paga… Cada colegio tiene unas necesidades específicas de material, no es lo mismo un colegio de Educación Especial con alumnos con cronicidad compleja y cuidados paliativos, que un colegio ordinario de 2.000 o 700 alumnos”, declara Natividad.
Objetivos
La presidenta de AMECE relata que la solución a este problema sería “comenzar implantando este perfil en todos los colegios de Educación Especial de toda España y progresivamente y con rapidez en todos los colegios. Contratarla como parte del centro educativo es igual de sencillo que a un logopeda, un orientador y otros perfiles profesionales”.
AMECE es una asociación científica de Enfermería sin ánimo de lucro que intenta visibilizar la enfermería escolar a través de su producción científica, elaborada por y para enfermeras escolares. “Intentamos dotar de una uniformidad a sus competencias y manera de integración como parte del centro educativo. Hay mucho trabajo altruista en AMECE que se realiza desde el año 2008 y, aunque lentamente, vamos viendo avances en la enfermería escolar, porque la enfermería escolar no es un lujo, es una necesidad”, concluye su presidenta.
Por su parte, la asociación ACEESE realizó en 2020 un manifiesto de Enfermería y salud escolar para recoger firmas en apoyo de la presencia obligatoria de las enfermeras escolares en todos los centros escolares. “Dicho manifiesto evidencia las carencias en la atención sanitaria de niños y adolescentes en las escuelas de España en comparación con otros países donde es una práctica normalizada en los centros escolares disponer de enfermeras, para dar cobertura a las necesidades de salud”, explica la presidenta.
Otro de los objetivos de ACEESE es lograr que la enfermera escolar sea un miembro más de la comunidad educativa, trabajando en coordinación con el resto de los profesionales del entorno escolar, que la enfermera asesore, apoye, ayude en todos los aspectos que hacen referencia a la salud escolar, creando un espacio de cambios positivos en salud de toda la comunidad educativa.
Engràcia Soler explica que este manifiesto recogió 52.401 firmas de particulares y 242 de entidades y fueron entregadas en el Congreso de los Diputados en febrero de 2022 con el fin de que derive en una proposición de ley que avale la implantación de la enfermera escolar en todos los centros educativos del país. Posteriormente, se han ido entregando en algunos parlamentos de cada Comunidad Autónoma con dicho fin.
Ante este manifiesto, la presidenta de ACEESE reivindica que “la élite política, por el momento, no ha dado respuesta ni está por la labor. Esperamos que los diferentes partidos políticos y los miembros que integran dichos partidos conozcan el rol de la enfermera escolar y lo que aportan en los colegios, con el fin de tomar conciencia de la importancia que representa para los alumnos, familias y profesorado. Espero que en un día no lejano, pueda ver que la enfermera escolar es una realidad en todas las escuelas”, concluye.
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