La klebsiella es un germen que suele estar en el intestino de las personas, pero en pacientes graves a veces muta y los infecta de manera oportunista. En los hospitales concurren dos factores que propician su propagación: que los pacientes están más inmunodeprimidos, de modo que son más vulnerables, y que las bacterias se vuelven multirresistentes a los antibióticos. Por otra parte hay dos tipos de afectados: los infectados, que son los que necesitan antibióticos para combatir la bacteria, y los colonizados, que no han desarrollado la infección, pero tienen el germen. 
En este sentido, el sindicato de enfermería Satse, en relación directa con enfermeros que trabajan en el Hospital Regional de Málaga, denuncian que la aparición de seis nuevos casos de klebsiella (tres en la unidad de nefrología, dos en la de cuidados intensivos (UCI) y otro más en la de digestivo) ha sido principalmente ante la falta de trabajadores del centro hospitalario malagueño.
El hospital, por su parte, niega que exista un brote y asegura que “las infecciones están permanentemente en todos los hospitales, conviven con nosotros, no hay ningún hospital en el mundo con infección nosocomial cero”, según fuentes internas del centro.
Por su parte, Satse también denuncia que “cuanto menos personal, los errores van incrementándose, uno no puede suplir la actividad de otra persona y eso va pasando factura, a los trabajadores y, en mayor grado, al paciente”. Aunque la respuesta del hospital va en otra dirección, al afirmar que “no ha habido ni hay un incremento en la tasa de infecciones nosocomiales, tampoco hay ningún brote”.
Con respecto a la bacteria, en 2012 se registró un brote en el Regional que infectó a 40 pacientes y al que se vinculó la muerte de dos personas. El pasado año volvieron a registrarse casos que hicieron saltar las alarmas, aunque fuentes sanitarias afirman que el 7% de los pacientes suelen contraer gérmenes durante su estancia hospitalaria.
