Lola Baldrich lleva muchos años delante de las cámaras. La hemos podido ver como Gertru en Médico de Familia o en series míticas como El Internado o Compañeros, pero también sobre los escenarios dando vida a muy variados personajes, algo que siempre ha confesado que le apasiona. En la actualidad está inmersa en la obra de teatro Adictos, junto a Lola Herrera y Ana Labordeta. ¿Dónde más la veremos? ¡Nos cuenta!
Pregunta. Filosofía, Arte Dramático, ¿cuál era la profesión soñada por Lola cuando comenzó?
Respuesta. Pienso que son estas materias, estas ramas del conocimiento, que tienen una base común, así como otras como la filología… El estudio del pensamiento se puede materializar en una búsqueda de sentido de la vida, ya sea indagando en lo que otros han formulado filosóficamente o en la interpretación actoral, la palabra, el movimiento, la poesía.
Todas estas áreas pretenden plantear preguntas sobre uno mismo y los códigos en los que se muestran las soluciones pueden ser artísticos (abstractos) o científicos. Yo tiré por el escenario y, aunque sigo leyendo, investigando y haciéndome preguntas, creo que acerté al desarrollar en él una carrera. Es solo uno de mis “yo”, ojalá tenga tiempo para empaparme de más pensamiento, de lectura y de estudio.
P. La hemos visto en multitud de series, películas y obras teatro, ¿es una profesión en la que es difícil hacerse un hueco? ¿Cuál diría que es su papel soñado?
R. Esta profesión es muy difícil porque no tenemos una industria que ofrezca una continuidad laboral a la mayoría, por ello yo he hecho propuestas personales, he creado espacios innovadores como Microteatro Madrid o he viajado con poemas y música por muchos espacios. Cualquier papel según cómo se escriba, se dirija y se explote, me haga encontrar resortes de mí, bienvenido sea por siempre. Deseo un Shakespeare, otro Mihura, siempre Lope o Calderón y visitar aspectos experimentales de movimiento corporal y dimensión vocal, finalmente tengo y soy un instrumento, es mi cuerpo.
P. Siempre ha dicho que lo que más le apasiona es el teatro. Ahora mismo está trabajando en la obra Adictos. ¿Qué nos puede contar de ella? ¿Qué se va a encontrar el público?
R. El público va a ver a la gran Lola Herrera en una dimensión distinta de sus múltiples facetas como actriz, bien acompañada por Ana Labordeta, y por mí misma, en un juego interpretativo hermoso de escuchar y vivir.
P. ¿Cree que es importante analizar y reflexionar nuestro comportamiento con las nuevas tecnologías? Todos somos adictos a algo…
R. En todas las eras, el ser humano ha sido esclavo de algo: religión, ideología, absolutismo, capitalismo. Ahora es el turno de los datos, de los algoritmos, de las pantallas, de lo virtual, un ya no tan nuevo tipo de “adocenamiento” en el que absolutamente todos estamos inmersos.
P. ¿Qué es lo que más le gusta y lo más complicado de su trabajo?
R. Lo mejor son los procesos creativos ricos y reveladores (ensayos, trabajo de mesa, juegos escénicos, intercambios de energía, confrontación con el público). Lo peor, la falta de expectativas, la desilusión, la poca atención que presta la sociedad a la cultura que, por ratos, te hace pensar que eres un náufrago.
P. Uno de sus papeles más conocidos fue el de la enfermera Getru, en Médico de familia, ¿hubo algún tipo de preparación para encarnar el papel de profesional sanitaria?
R. Como sabéis soy hija y hermana de médicos, mi madre estudió Enfermería y yo quise de pequeña serlo. Me hizo poca falta saber auscultar, percutir, tomar la tensión, suturar, etc., porque había jugado a eso muchas veces, había visto mucho, tengo muchos datos.
P. ¿Qué opinión tiene de la labor de los profesionales sanitarios y, en concreto, de los enfermeros?
R. Debemos estarles agradecidos. En mi paso por hospitales o el paso de mis seres queridos, siempre ha habido un ángel o ángeles que nos han confortado, cuidado y enseñado sobre la salud, la enfermedad y sobre el amor al otro.
P. Aparte de dedicarse a su profesión da clase en una escuela de arte dramático ¿Qué es lo más importante que se debe saber cuando estás preparándote?
R. Estudiando convivíamos con otras generaciones que ya estaban en activo y vivíamos la profesión muy de cerca, eso era estupendo. Aprender es hacer, sobre todo en el arte dramático.
PÍLDORA DE LOLA BALDRICH
¿Con qué palabra definiría la labor enfermera? Amor.
¿Qué no falta en su botiquín? Cremas para la piel atópica.
Ejercicio, ¿en un gimnasio o al aire libre? Aire libre.
¿De qué alimento no podría prescindir? Magdalena.
De no haber sido actriz, ¿qué profesión habría escogido? Directora de orquesta.
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