El mundo vive la epidemia de ébola más mortal desde que existen registros, tanto en número de afectados como en expansión geográfica. Desde 1976 no se había producido una situación similar a la actual, cuando en la República Democrática del Congo murieron 280 personas de 318 contagios. De todos modos, aunque el ébola llegase a España o el resto de Europa a través de un viajero o una persona infectada repatriada, al tratarse de un virus que se contagia por contacto directo, (y no por el aire) los sistemas sanitarios de control desarrollados y los mayores medios de tratamiento paliativo harían que el virus estuviera mucho más controlado y tuviera menos incidencia.
Desde Nigeria llega otra fatídica notica relacionada con el ébola. Una enfermera nigeriana que trató a un estadounidense fallecido a finales de julio, ha muerto como consecuencia de la enfermedad, según informó ayer el Ministerio de Sanidad del país africano.
La enfermera atendió al estadounidense Patrick Sawyer, que viajó desde Liberia y se convirtió en la primera víctima mortal del virus en territorio nigeriano. Sawyer mantuvo contacto con otras cinco personas, y falleció en un hospital de Lagos el pasado 25 de julio.
El Ministerio de Sanidad nigeriano socilitó a Estados Unidos la adquisición del medicamento experimental Zmapp, suministrado a dos médicos estadounidenses que se infectaron en Liberia y han sido repatriados. Este suero,que nunca antes había sido aplicado a humanos, había mostrado resultados prometedores en pruebas realizadas en monos.
Ésta es la primera vez que se identifica y se confirma una epidemia de ébola en África Occidental, pues hasta ahora siempre se habían producido en África Central.