La revista Metas de Enfermería ha publicado un artículo, titulado «Influencia del ámbito de residencia en la calidad del sueño de la población anciana», en el que los autores tratan de averiguar si el descanso de las personas mayores se ve afectado por el entorno en el que viven, en función de si este es rural o urbano. 
Para ello, los investigadores M.ª José Gómez, enfermera y máster en Farmacología para Enfermería, y Luis Martín-Doimeadios, enfermero y máster en Enfermería de urgencias, cuidados postanestesia y paciente crítico, han desarrollado un estudio de población en la tercera de dos localidades de diferentes ámbitos.
Método de realización
Para la elaboración de este trabajo, los autores realizaron un análisis de la calidad del sueño, empleando para ello el Índice de Calidad de Sueño de Pittsburgh, de 104 personas de entre 65 y 80 años, 52 de la localidad de Porzuna, en Ciudad Real, y otras tantas de Madrid capital, durante los meses de octubre y noviembre de 2016. De la población analizada, el 39% eran hombres y un 61%, mujeres.
En este sentido, el método de medición de la calidad del descanso elegido consta de un total de 19 preguntas, que se agrupan para formar siete categorías diferentes, a saber, calidad subjetiva del sueño, latencia de sueño, duración del dormir, eficiencia habitual de sueño, alteraciones del sueño, uso de medicamentos para dormir y disfunción diurna. Para la diferenciación de resultados, se estableció que la obtención de una puntuación inferior a 7 significaba la ausencia de problemas de conciliación, y mayor que 15, dificultad severa para dormir.
Resultados
Una vez analizados los datos obtenidos, las conclusiones del estudio pusieron de manifiesto que el 29% de los ancianos evaluados en el ámbito rural presentaba facilidad para dormir, el 50% mostraba dificultad media, y el 21%, complicaciones severas; por el contrario, el 8% de los que habitaban en zona urbana obtuvo una puntuación menor a 7 según el índice de medición empleado, el 46% presentó problemas medios para conciliar el sueño, y otro 46%, dificultades severas.
Dados estos resultados, los autores de esta investigación revelan que el entorno en el que se vive influye de forma visible en el desarrollo y la cantidad y la calidad del descanso en la tercera edad, destacando que, a pesar de sus limitaciones, este trabajo puede servir de base para iniciar nuevas líneas de investigación a este respecto.
Este artículo se encuentra disponible en la web de Metas de Enfermería, y se puede acceder al mismo a través del siguiente enlace:
