Investigadores del Instituto de Investigación Biomédica de Málaga (IBIMA) pertenecientes a la Unidad de Gestión Clínica Intercentros de Reumatología de los hospitales públicos Regional y Virgen de la Victoria han analizado la relación entre la realización de talleres de autocuidados dirigidos a los pacientes con la mejora del dolor crónico y la fatiga de estos pacientes.
En los talleres, concretamente destinados a mejorar la calidad de vida de los pacientes con enfermedad inflamatoria autoinmune a través del autocuidado, participaron 113 pacientes adultos con una media de 50 años de edad, de los cuales el 62,6% eran mujeres, cuyo diagnóstico era el de una enfermedad inflamatoria mediada por mecanismos autoinmunes, concretamente 24 diagnosticados de lupus eritematoso sistémico, 30 con espondilitis anquilosante, 30 con artritis reumatoide y 29 con artritis psoriásica. Además, tenían otras patologías como ansiedad, depresión o enfermedad gastrointestinal.
Estos talleres analizados por los investigadores del IBIMA son impartidos por una enfermera y se realizan de manera presencial, en grupos de menos de 10 personas. La enfermera es la encargada de proporcionar a los pacientes información sobre las posibilidades de autocuidado para afrontar los síntomas más comunes en estas enfermedades, como la fatiga, el dolor crónico y las alteraciones del sueño. Laura Cano (en la fotografía), investigadora principal de estos estudios y enfermera de la UGCI de Reumatología, explica que “estas enfermedades crónicas tienen una carga emocional importante y producen mucha discapacidad en las personas que las sufren, por lo que es esencial darles pautas diarias y enseñarles a gestionar sus emociones para mejorar su calidad de vida en la medida de lo posible. Sin embargo, esta intervención hay que mantenerla en el tiempo para que no pierda efectividad.”
Desde el Hospital Regional de Málaga informan de que “mediante cuestionarios cumplimentados por los propios pacientes, estos reflejaron una mejoría importante en la percepción e intensidad del dolor y de la fatiga, mayor efecto de la medicación pautada, mejoría del dolor que les permite realizar tareas cotidianas, así como mejoría en los hábitos de descanso y un sueño más reparador”.
