José Antonio Sayagués es un actor salmantino con una trayectoria artística muy amplia. Con tan solo 34 años perdió su voz por una operación de garganta y pensaba que no podría volver a interpretar. Pero el reconocimiento nacional e internacional de Sayagués llegó de la mano del personaje Pelayo en la serie televisiva Amar en tiempos revueltos, que se emite actualmente bajo el nombre Amar es para siempre en Antena 3.
¿Cómo fueron sus inicios? ¿De dónde vienen sus inquietudes artísticas? ¿Siempre tuvo claro que quería dedicarse al mundo de la interpretación?
Mis inicios en el mundo de la interpretación fueron muy tempranos. Era muy pequeño cuando sentía la necesidad de transformarme en personajes que imaginaba en las estancias que pasaba con mis abuelos paternos en el barrio de los Pizarrales de Salamanca. Ellos eran maravillosos y estaban muy adelantados a su tiempo. Fue la etapa más feliz de mi niñez.
Siempre tuve claro que quería dedicarme al arte de la interpretación, sentía como una especie de pálpito que me indicaba ese camino.
Ha participado en televisión, en cine y en teatro. ¿Cuál diría que ha sido su papel más difícil?
No sabría decir qué papel de cine, teatro o televisión me ha costado más trabajo interpretar, todos tienen su grado de dificultad por pequeños que sean. De ahí la magia de encarnarse en la máscara de un personaje ajeno a tu esencia personal.
¿Cuál diría que ha sido el mejor y el peor momento como actor de José Antonio Sayagués?
Mi peor momento como actor fue cuando perdí la voz por una operación de garganta y me dijeron que ya no podría volver al mundo de la interpretación. Tenía tan solo 34 años. Mi mejor momento es cuando por fin, después de mucho esfuerzo, algunos años y la ayuda de logopedas que me dieron todo su cariño y atención, conseguí recuperar la voz y volver a interpretar.
¿Qué opinión tiene del personal sanitario, y en particular de los enfermeros? ¿Cómo calificaría su labor frente a la COVID-19?
La labor de los enfermeros y las enfermeras durante la pandemia del COVID ha sido heroica. Son y serán siempre un colectivo que la sociedad necesita para soportar el sufrimiento cuando ya no es posible aguantar el dolor.
¿Cómo cree que afectó la crisis sanitaria al sector cultural? ¿Cree que ya se ha recuperado del todo?
La crisis sanitaria para el sector cultural ha sido muy dura y todavía no se ha recuperado del todo. Somos un colectivo vulnerable y volátil, que durante la pandemia no pudo cubrir en muchos casos sus necesidades más básicas. Los intérpretes, a través de las diferentes plataformas audiovisuales, ayudamos a sobrellevar a la ciudadanía la amarga reclusión que representó la pandemia para la sociedad, y estamos muy orgullosos de ello.
¿Algún proyecto en mente?
De momento, estoy enfocado en seguir interpretando a mi personaje Pelayo en Amar es para siempre.
Píldoras a Sayagués:
-¿Con qué palabra definiría la labor enfermera?
Como el ángel de la guarda.
-¿Qué no falta en su botiquín?
Tiritas y alcohol.
-Ejercicio, ¿en un gimnasio o al aire libre?
Al aire libre.
-¿De qué alimento no podría prescindir?
De la fruta.
-De no haber sido actor, ¿qué profesión habría escogido?
Físico teórico.
- Mónica García: “Queda mucho por hacer para acabar con una visión que asocia sufrimiento a enfermedad y alivio con medicalización”
- “Hemo. Instantes de una vida”, la exposición fotográfica que narra y pone piel al día a día con hemofilia
- El Gobierno ampliará las enfermedades que se analizan con la prueba del talón y eliminará las diferencias entre comunidades
- Sanidad y las comunidades autónomas aprueban la actualización de la Estrategia del Ictus
- Paqui Gallega, la enfermera que salvó la vida de un hombre en un gimnasio: “Ojalá todos los centros deportivos fueran espacios cardioprotegidos”
