La diabetes es una de las enfermedades que, en el mundo occidental, está sufriendo un constante crecimiento respecto al número de pacientes que la padecen y desarrollan. De hecho, la prevalencia de diabetes gira en torno al 12% del total de la población española, siendo la mitad de los casos desconocida para los afectados por esta patología.
En este sentido, y con el propósito de dar visibilidad a un problema tan importante, la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI), celebra este fin de semana la IX Reunión de Diabetes y Obesidad, un evento en el que participarán cerca de 800 facultativos. 
Uno de los motivos por los que se han ido incrementando los casos de pacientes que desarrollan diabetes, han sido por los constantes cambios realizados en los hábitos de vida y sobre todo en la alimentación. Ambos factores, unidos a la falta de ejercicio físico, provocan que el porcentaje de personas que padecen diabetes sea cada vez mayor, con el paso de los años.
Por ello, la dieta mediterránea aparece como solución, siendo un factor de prevención para esta enfermedad (también para la obesidad), reduciendo hasta en un 40% la posibilidad de desarrollar diabetes. De este modo, se considera vital la práctica de ejercicio físico de forma periódica, además de llevar una buena alimentación que incluya el consumo de pescado, frutas y verduras, junto a grasas y antioxidantes provenientes de frutos secos y aceite de oliva virgen extra.
Los datos se han extraído gracias a la elaboración del estudio PREDIMED, un ensayo clínico realizado en España que demuestra los beneficios de la dieta mediterránea para la diabetes y otras patologías. De acuerdo a los datos ofrecidos, y con el principal objetivo de reducir los riesgos que conlleva esta enfermedad, se recomienda a los pacientes diabéticos de corta duración que sean tratados usando fármacos con bajo riesgo de hipoglucemias.
Un buen tratamiento de la diabetes permite retrasar posibles complicaciones como puedan ser las lesiones oculares, alteraciones en función renal o incluso trastornos en la percepción de la sensibilidad en extremidades inferiores, ya sea dolor, frío o calor.
