La Asociación de Enfermería Familiar y Comunitaria de Cataluña (AIFICC) asegura que a través de la intervención de las enfermeras aumentan significativamente las posibilidades de abandono del tabaco.
Según datos de la Encuesta de Salud de Cataluña, un 25.4% de la población fuma diariamente y un 3.1% lo hace ocasionalmente. Cerca de 9.500 personas mueren cada año en Cataluña por enfermedades atribuibles al consumo de este producto adictivo.
Ante esta situación, Atención Primaria (AP) constituye el primer nivel asistencial donde hay que hacer prevención y desde el que es más fácil llegar a detectar fumadores. De hecho, según datos recientes del Departamento de Salud, más de 70.000 personas atendidas en Atención Primaria han dejado de fumar cada año en Cataluña, proceso en el que participan tanto el médico de familia como las enfermeras.
Según revela un reciente estudio español, el consejo antitabaco de la enfermra de AP es efectivo, consiguiéndose que alrededor de un 13.8% de fumadores lo deje y además se mantenga abstinente a los doce meses del inicio de la intervención.
Desde la Asociación de Enfermería Familiar y Comunitaria de Cataluña (AIFiCC) se recuerda el papel fundamental de seguimiento y continuidad del tratamiento del tabaquismo que hace la enfermera de Atención Primaria, aumenta de forma considerable, tal y como se ha demostrado, las posibilidades de abandono del tabaco.
