La falta de eficiencia y capacidad para resolver la crisis del ébola por parte de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), ha sido el impulso para la decisión que Margaret Chan, directora general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), organismo dependiente de la ONU, ha anunciado en la reunión anual celebrada en Ginebra el pasado lunes. Se creará un fondo de contingencia de 100 millones de dólares, aproximadamente 88 millones de euros, para garantizar que la institución dispone de los recursos necesarios para responder a situaciones de crisis como la anteriormente mencionada. El fondo será aportado por “contribuciones voluntarias flexibles” de los países.
La directora habló de la creación de un programa para emergencias en tres niveles: país, regional y sede central de Ginebra. Además, Chan añadió que se está reforzando el personal que forma el equipo de respuesta a situaciones de emergencia, añadiendo logistas, antropólogos y expertos en comunicación de riesgos. Y es que la crisis económica también ha afectado a esta organización que tuvo que reducir en gran número su plantilla.
“No quiero ver nunca más a esta organización ante una situación para la que no está preparado con personal, financiación o capacidad administrativa para gestionarlo”. En esta línea se expresaba la directora de la OMS que indicó su intención de lograr estos objetivos a finales de este año.
