Las enfermeras que trabajan en quirófano tienen un mayor riesgo de asma persistente grave, seguramente a causa de la inhalación de agentes químicos procedentes de los desinfectantes de limpieza.
Las enfermeras que trabajan en quirófanos tienen un mayor riesgo de asma persistente grave, seguramente a causa de la inhalación de agentes químicos procedentes de los desinfectantes de limpieza, según señala un estudio realizado por científicos del Centro de Investigación en Epidemiología Ambiental (CREAL), que han estudiado el riesgo de asma persistente grave en las enfermeras.
“Este trabajo es un paso importante hacia la prevención del asma relacionada con el trabajo de profesionales de la salud”, señala Jan-Paul Zock, uno de los autores del trabajo publicado en el Journal of Occupational and Environmental Medicine. Según cita el trabajo, “las enfermeras de quirófano tienen más riesgo de padecer accidentes de trabajo, estrés, así como una alta exposición a agentes tóxicos, incluyendo agentes infecciosos, radiaciones, ruido, guantes de látex y gases anestésicos”.
Las conclusiones de esta investigación muestran que los desinfectantes y productos de limpieza fomentan la prevalencia del asma en los trabajadores de la salud, especialmente para las enfermeras. Asimismo, algunos productos de limpieza utilizados por las trabajadoras del hospital se han asociado también a esta dolencia.
Por otra parte, las enfermeras son el colectivo en el que se ha identificado un mayor riesgo de asma ocupacional, asma del adulto y exacerbación del asma. En estas investigaciones, las enfermeras eran a menudo comparadas con los grupos de trabajadores con estatus socioeconómico potencialmente heterogéneo.
Hasta el momento, ningún otro artículo había evaluado la asociación entre estas tres variables: trabajar como enfermera de quirófano, un alto riesgo de exposición a desinfectantes de limpieza y el asma.
