Con la inclusión de profesionales enfermeros y matronas en el programa de cribado de cáncer cervical de Navarra, la accesibilidad ha mejorado un 72%, tras reducirse la lista de mujeres pendientes de participar de más de 15.000 a cerca de 4.000 desde el año 2017 al 2019, y, por otra parte, casi duplicar el número de pacientes desde 2016 al 2018, periodo en el que se pasó de un total de 12.553 a 24.314. 
Así lo ponen de manifiesto los datos ofrecidos por el Gobierno de la comunidad foral en un comunicado, en el que especifican que estas cifras se reflejan tras la incorporación de trabajadoras de enfermería y especialistas en obstetricia y ginecología de los centros de atención a la salud sexual y reproductiva.
Entre las competencias de estos profesionales se encuentran la realización de la citología y de la historia completa de antecedentes familiares y personales, síntomas y signos. Asimismo, durante las consultas preventivas tiene lugar una evaluación del estado ginecológico de la paciente, y se ponen a su disposición pautas referentes al autocuidado.
Por otro lado, destacan en la citada nota informativa, en caso de ser necesario otro motivo de consulta, las profesionales enfermeras y las matronas serán las encargadas de valorarla, y, si procediera, derivar a la persona afectada a los servicios médicos de ginecología.
En este sentido, señalan desde el Ejecutivo de Navarra, en el protocolo de actuación a este respecto, que está siendo desarrollado desde el año 2017, quedan establecidos los criterios de intervención del personal facultativo especialista, en caso de que sea técnicamente precisa una exploración complementaria o que las pacientes requieran un seguimiento o un diagnóstico clínico.
