La apnea del sueño es un trastorno común en el que la persona que lo padece realiza una o más pausas en la respiración, o tiene respiraciones superficiales durante el sueño. Casi siempre es un problema crónico, por el que el paciente pasa de un soñar profundamente a otro más liviano cuando llega la pausa en la respiracion o ésta se vuelve artificial.
Muchas veces, la apnea se queda sin diagnosticar. En general, los médicos no pueden detectarla durante las consultas corrientes y, además, no exiten pruebas de sangre que puedan dar solución rápida al problema, por lo que las personas que sufren este trastorno tienen más probabilidades de desarrollar diabetes, debido a los cambios metabólicos producidos a causa de un aumento de la resistencia a la insulina, según han explicado un grupo de expertos en neurología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
La revista Investigación y Desarrollo ha sido la encargada de publicar el artículo, expicando que la pérdida de sueño puede provocar, entre otras coas, un considerable aumento de peso, ya que el cerebro envía señales que hacen abrir el apetito en exceso, consumiendo más hidratos de carbono de los necesarios y elevando los niveles de colesterol, triglicéridos e hipertensión.
También se ha señalado que el uso de las nuevas tecnologías puede ser un disparador potencial que genera insomnio, ya que, según los especialistas, “hoy día la gente, en lugar de dormir (cuando ya se encuentran tumbados en la cama), cogen el móvil o el ordenador, haciendo que el cerebro pierda la necesidad de dormir, reaccionando a la luz y despertando los sentidos”.
Es recomendable dormir, de media, ocho horas, aunque según los expertos especialistas en trastornos del sueño, no existe un número fijo de horas, ya que depende de la edad y sobre todo de las necesidades corporales. Lo que importa verdaderamente es la calidad de las horas en las que se consigue dormir descansado.
