Con la llegada de la crisis sanitaria por el covid-19, los geles antisépticos y las mascarillas y otros equipos de protección personal comenzaron a ser indispensables y obligatorios en el día a día. El problema y preocupación vino con la alta demanda y altos precios de estos productos que produjeron el malestar de la sociedad y que aunque los gobiernos pasaron a regular los precios, seguían siendo elevados.
El problema surge al conocer que las reglas de la Unión Europea impiden a los países que la forman reducir el precio de las mascarillas porque no están en la lista de productos a los que se puede aplicar el IVA reducido o superreducido, como los productos farmacéuticos, pero tal y como ha anunciado Europa Press, la Comisión Europea no sancionará a los países que lo hagan.
Tal y como explica la agencia de comunicación, Bruselas en 2016 ya anunció que no sancionaría por comportamientos contrarios a las normativas comunitarias en aquellos casos en los que exista una propuesta legislativa pendiente de aprobar que avalaría dicha reforma. La Comisión Europea planteó en abril de 2016 una reforma que prevé una mayor flexibilidad para que las capitales apliquen el IVA reducido a los productos que deseen. Es decir, de ser aprobada, eliminaría la lista armonizada de productos que pueden disfrutar de un tipo inferior al general.
La reforma del IVA debe recibir el visto bueno de todos los Estados miembros, algo muy complicado de conseguir, y por eso no ha sido todavía aprobada. El portavoz comunitario ha enfatizado que esta reforma permitiría incluso aplicar un tipo cero o nulo a los bienes sanitarios y ha mostrado su confianza en que los Estados miembros “sean capaces de pactar pronto” la reforma.
