Emergencia humanitaria. Así lo consideró ayer Médicos Sin Fronteras (MSF) ante la pobre respuesta internacional respecto al brote de ébola en África Occidental. La organización considera ‘inaceptable, caótica y totalmente inadecuada’ las soluciones que se vienen dando en los últimos días. De este modo, MSF advierte que un problema de semejante magnitud requiere una respuesta ‘a gran escala’, puesto que se trata de una emergencia con carácter humanitario.
Después de cinco meses de la declaración del brote, los estados siguen tratando el tema en base a continuas discusiones sobre liderazgo y coordinación internacional. Para el director de operaciones de MSF, Brice de le Vingne, “los estados se preocupan por su propia seguridad, a pesar de que cuentan con recursos y experiencia suficientes como para marcar una diferencia decisiva en los países afectados. La pregunta es, ¿por qué no lo hacen?”.
La ONG está ampliando sus operaciones en Liberia, puesto que el virus se está extendiendo rápido en la capital, Monrovia, saturando los escasos centros médicos que han dejado a muchos pacientes sin acceso a atención sanitaria. De hecho, el nuevo centro de pacientes de ébola en Monrovia, conocido como ELWA3, se encuentra al límite de su capacidad.
Estos centros juegan un rol muy importante para frenar el brote, al aislar a los enfermos y evitar futuras infecciones, pero dada la gran afluencia que hay en los últimos días, no es posible administrar tratamientos intravenosos.
En Lagos (Nigeria), MSF también apoya a las autoridades en su lucha contra el ébola. Para ello, ha puesto a su disposición su experiencia técnica en temas como aislamiento, seguimiento de contacto de enfermos, formación y educación pública, entre otros.
