Impulsar el trabajo en red en todas sus organizaciones, ser capaces de trabajar de forma coordinada, poner en conocimiento compartido todas las buenas prácticas de los equipos profesionales que puedan garantizar la seguridad de los pacientes (independientemente de dónde sean atendidos), son las principales bases que Osakidetza (Servicio Vasco de Salud) ha presentado estos días como Estrategia para la Seguridad del Paciente.
Este nuevo proyecto dispone de medidas para la identificación inequívoca de los pacientes, la conciliación de la medicación, la implicación del enfermo con su seguridad y las buenas prácticas asociadas a los cuidados de enfermería. Se trata, pues, de una gran iniciativa que implusará el servicio de la Salud Pública tanto para Euskadi como al resto del territorio nacional, en caso de aprobación por parte del Ejecutivo.
Jon Darpón, consejero de Salud del Gobierno vasco, y el coordinador de Programas de Salud Pública y Seguridad del Paciente, Enrique Peiró, presentaron esta Estrategia que tiene una duración estimada de tres años (2013 a 2016). En palabras de Darpón, comenta que “el proyecto en sí da un gran salto cualitativo, ya que por vez primera se ha diseñado una estrategia de manera conjunta”, reconociendo que “el incremento de la actividad y la legítima aspiración de las personas a ser cuidadas mejor, exigen profundizar en la búsqueda del máximo nivel de Seguridad para nuestros pacientes”.
Lo que se pretende es que el paciente “se responsabilice de su salud, seguridad y estilo de vida y se implique en sus cuidados. Todo ello le permitirá aprovechar su conocimiento y experiencia sobre su propio problema, para identificar riesgos y proponer barreras a problemas de seguridad”, afirma Darpón.
