Según señala el último informe de la organización no gubernamental Save the Children, “Un precio demasiado alto: el impacto de tres años de guerra en la salud de los niños y niñas sirios”, el sistema de salud Sirio ha sufrido un gran deterioro y sus consecuencias están afectando a niños debido a las condiciones extremas en las que ejercen los profesionales sanitarios.
Entre las manifestaciones más extremas que se están produciendo en el sistema de salud sirio, se encuentran “niños con miembros amputados porque las clínicas no disponen del equipo necesario para tratarlos; bebés recién nacidos que mueren en las incubadoras por cortes de electricidad; pacientes que, ante la falta de anestesia, optan por que se les golpee con una barra de metal; y padres y madres que realizan transfusiones de sangre potencialmente mortales entre dos personas”.
Según Roger Hearn, director regional de Save the Children en Oriente Medio, “esta crisis humanitaria se ha convertido rápidamente en una crisis de salud. Los niños y niñas en Siria se encuentran en condiciones inhumanas. El solo hecho de encontrar un médico es una cuestión de suerte; encontrar a uno con el equipo y la medicación necesaria para dar tratamiento adecuado se ha convertido en algo casi imposible. Las desesperadas medidas a las que el personal médico está recurriendo para mantener con vida a los niños y niñas son cada vez más extremas.”
Entre las situaciones más preocupantes está la reaparición de enfermedades, como la poliomielitis y el sarampión, que pueden desfigurar, paralizar e incluso matar. Un indicador del grave deterioro del sistema de salud sirio es que durante 2010 se detectaron 26 casos de sarampión en todo el país y durante la primera semana de 2014, se registraron 84 casos en el norte de Siria solo entre niños menores de cinco años.
Save the Children denuncia la situación y exige una resolución del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas para que se facilite de inmediato el acceso humanitario y para que los niños y sus familias tengan acceso a vacunas, alimento, agua, medicamentos, así como a otras formas de ayuda que pueden salvar vidas donde sea que se necesiten.