Nuestro entorno familiar y nuestros hábitos afectan a nuestra salud

Un reciente estudio publicado por la Universidad de Edimburgo ha confirmado que nuestro entorno familiar repercute de manera directa en nuestra salud.

Nuestra salud está condicionada por muchos factores. Según los resultados de la investigación, realizada a más de 500.000 británicos, el entorno en el que nos desenvolvemos influye tanto o más que otros factores como por ejemplo la genética.

Los hábitos de vida que llevamos a lo largo de nuestro día a día, se tratan de un conjunto de costumbres y consideraciones familiares. El hecho de contar con una genética saludable no asegura no padecer problemas de salud, ya que lo que consumimos y cómo lo consumimos también es importante.

En un entorno familiar, el hecho de convivir en un mismo espacio y compartir los mismos hábitos alimenticios repercute en el impacto de las enfermedades y en el riesgo de contraerlas.

Enfermedades coronarias, por ejemplo, o neurológicas, deben tener en cuenta el entorno familiar y la calidad de vida.

Una buena alimentación y ejercicio

Para poder tener una mejor calidad de vida, estar más saludables y ser más felices es recomendable empezar una dieta equilibrada y una tabla constante de ejercicio que nos ayudarán a conseguir nuestro objetivo.

Lo que comemos es la base sobre la que nuestro cuerpo tiene que trabajar cada día para darnos energía y para poder protegerse de agentes externos que están esperando para atacar nuestras defensas. Por otro lado, el sedentarismo es una de las causas por las que padecemos enfermedades.

Estos dos factores influyen en nuestro estado de ánimo positivamente. Cuando estamos alegres, animados o activos, nuestro organismo sube sus defensas de forma natural, mientras que cuando estamos depresivos, inactivos, tristes o con ansiedad, nuestro cuerpo queda afectado por una bajada de las defensas quedando nuestra salud más expuesta a ataques externos.