Un verano más, el Servicio Gallego de Salud (Sergas), reduce camas, servicios y plantas, cerrando “por criterios economicistas un servicio público esencial reconocido en la Constitución como un derecho objeto de protección por parte de los poderes públicos”. Así lo ha denunciado Carmen García Rivas, Secretaria General Autonómica de SATSE, para la que “el argumento de que en verano la demanda del Sergas disminuye es falso: los pacientes y la incidencia de enfermedades son los mismos”.
Para el Sindicato esta medida tomada por la Consellería de Sanidade tiene que ver con “compensar que el Sergas no sustituye médicos ni enfermeras durante los meses de vacaciones”. Además, han criticado que, además de ser totalmente perjudicial para el paciente, estos recortes provocan que “las enfermeras y enfermeros se vean desplazados de sus servicios y turnos por una cuestión económica. Las direcciones y el Sergas ahorran a costa de la movilidad obligada de las enfermeras y vulneran sistemáticamente las condiciones laborales de sus profesionales”.
Según indica el Sindicato el cierre afectará en esta ocasión a casi el 14% de las camas de media, con 1.015 camas clausuradas de las 7.315 de los hospitales.
Además, el Sindicato denuncia otros dos hechos que consideran “especialmente merecedores de denuncia”: el cierre de varias plantas del Hospital Nicolás Peña, incluyendo su Unidad de Cuidados Paliativos, y las sustituciones veraniegas que han pasado de organizarse en bloques que permitían contratos de hasta cuatro meses a contratos de tan solo quince días.
