Se analizan los beneficios e inconvenientes de la movilidad de profesionales sanitarios en Europa

Martes, 1 de abril de 2014

por diariodicen.es

© CGE

Representantes de las autoridades que regulan a los profesionales sanitarios (European Health Professionals’ Competent Authorities (EurHeCA) se reunieron en la sede del Consejo General de Enfermería de España en Madrid, para analizar distintos temas sobre el funcionamiento de las profesiones sanitarias en el seno de la Unión Europea y en especial para analizar la futura trasposición de la Directiva de Cualificaciones Profesionales.

De este modo, los representantes de distinas profesiones sanitarias, de países como Francia, Bélgica, Irlanda o Polonia, analizaron las cuestiones que afectan a médicos, enfermeros o farmacéuticos, como el desarrollo de la futura tarjeta profesional europea (HPRO Card) o el reconocimiento parcial de competencias.

La Directiva de Cualificaciones, aprobada en noviembre de 2013, pretende “hacer más eficiente el sistema de reconocimiento mutuo de las cualificaciones existente en la Unión Europea (UE) y, con ello, facilitar una mayor y mejor movilidad de los trabajadores cualificados en la UE”.

Según el presidente de la EurHeCA, Patrick Fortuit, presidente también de la Orden de Farmacéuticos Franceses-, “debemos prestar atención a esa decisión, porque si no es la que deseamos como autoridades competentes, después no podremos cambiarla”. “Como autoridades competentes, no queremos limitar la movilidad de los profesionales, que tan beneficiosa resulta para todos, pero tampoco podemos dejar de contemplar todos los problemas que conlleva. Tenemos que pensar en las consecuencias de esa movilidad”.

Se realizará una experiencia piloto con una sola profesión

Uno de los principales beneficios y problemas de la Directiva de Cualificaciones es la tarjeta profesional europea que, como certificado electrónico, ofrecerá a los profesionales interesados la posibilidad de beneficiarse de un reconocimiento de sus cualificaciones más fácil y rápido. Dicha tarjeta está asociada a un procedimiento de reconocimiento optimizado y desarrollado a través del Sistema de Información del Mercado Interior (IMI).

“El objetivo general es claro, conseguir un mismo nivel educativo en todos los países europeos. Con la tarjeta, provista de un microchip, se facilitan al profesional los trámites para trabajar en otro Estado miembro, pero a la vez permite a las autoridades competentes compartir información y detectar, por ejemplo, que un profesional está inhabilitado en un país. Por la seguridad de los pacientes hay que impedir que esta persona intente ejercer su profesión en otro país”.

Asimismo, algunos inconvenientes, como son los plazos, porque tal y como ha asegurado Fortuit “si la Comisión Europea quiere tener terminado todo el trabajo para 2016, puede que el resultado final no sea el más adecuado, sino sólo el más rápido de implementar”. Otro handicap son las elecciones al Parlamento Europeo en julio. “Tras las elecciones llegará un nuevo comisario europeo de mercado único, que quizá quiera algo distinto”.

Para minimizar los efectos de ambas situaciones, desde la EurHeCA han decidido realizar un proyecto piloto, con una sola profesión y poder analizar así los problemas que puedan surgir. No obstante, por el momento se desconoce sobre qué profesión centrarán sus esfuerzos o quién sufragará los costes, tanto de la implementación de la directiva, como de cualquier proyecto piloto que se realice para garantizar su implantación.

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