La falta de personal y el estrés a que se ven sometidos enfermeros y auxiliares sanitarios son enormes y bien conocidos en Alemania. No solo en las residencias de ancianos, sino también en hospitales y en el cuidado ambulante en las casas particulares. Esa falta de personal cualificado supuestamente es la que ha llevado a las autoridades alemanas a buscar profesionales mas allá de sus fronteras. Una verdadera oportunidad para muchos enfermeros españoles en tiempos de crisis.
Sin embargo, no siempre la experiencia es positiva. De hecho, una veintena de enfermeros y enfermeras españoles decidieron acudir hace pocas semanas al sindicato Ver.di para denunciar a la empresa para la que trabajan por las precarias condiciones y falta de veracidad en los contratos anteriormente estipulados.
El acuerdo que firmaron en España parecía ventajoso: seis meses de aprendizaje del alemán pagados por la empresa y un contrato de trabajo de dos años en atención a domicilio. Pero, una vez en Alemania y con su contrato en las manos, se sienten estafados. “Cuando empezamos a trabajar nos dimos cuenta de que era una trampa, porque los contratos nos obligan a permanecer en la empresa los dos años completos a riesgo de tener que devolver unos 6.000 euros de golpe”, explica uno de los afectados.
Permanezcan o no en la empresa, los enfermeros han de responder por dicha suma, la supuesta inversión que la compañía ha hecho en la formación de estos profesionales. Mientras siguen trabajando allí lo van pagando cada mes, pero si lo dejan, tienen que pagarlo al día siguiente.
Lo demás son las 12 horas de trabajo siete días a la semana que trabajan muchos de ellos por toda Alemania. La empresa les comunica, en ocasiones con muy poco tiempo de margen, dónde van a trabajar en los próximos días. Pero la peor de las situaciones es cuando la empresa no tiene un paciente al que puedan cuidar.
Pasar de una profesión considerada a la precariedad laboral en Alemania
La enfermería en Alemania hasta hace poco era una profesión que se estudiaba en las escuelas profesionales, no en las universidades. Por eso es común que las enfermeras realicen tareas de auxiliares, como por ejemplo asear a la persona atendida. Sin embargo, estos españoles se encargan incluso de sacar a pasear al perro del enfermo o cocinar para los familiares que vienen de visita. Sin duda se trata de una situación que afecta a un número cada vez mayor de enfermeros españoles, muchos de ellos se ven obligados a regresar ante el engaño sufrido en el país germano.
