Simuladores de pacientes que reaccionan al dolor, la novedad para ayudar a los estudiantes de Enfermería

Miércoles, 3 de octubre de 2018

por diariodicen.es

Toda primera vez es difícil, y para los estudiantes de Enfermería o Medicina que tienen que tratar a un paciente, los nervios pueden jugársela al no saber en múltiples ocasiones qué es lo que realmente le sucede al paciente, o simplemente cómo va a reaccionar. Para acabar con estas situaciones han ideado simuladores de pacientes que ponen cara de dolor cuando le pinchas, que sangra, llora y grita cuando está asustado, de este modo sabrán cómo reaccionar en la realidad.

Foto | Simulador FioNA

Se han dado varios casos, el último en la Universidad de Murcia a la que le han concedido un contrato de licencia de una patente a una multinacional norteamericana que ha permitido la fabricación y comercialización a nivel mundial de un simulador para ensayar el procedimiento clínico de punción aspiración con aguja fina. Se trata de una prueba diagnóstica de gran relevancia con la que se obtienen muestras de tejido del paciente a través de una aguja fina para diagnosticar posibles enfermedades.

FioNA, que así han bautizado a este nuevo dispositivo, surge con el objetivo de ayudar a los estudiantes para que puedan practicar y perfeccionar sus habilidades en punción, uno de los procedimientos esenciales en los hospitales. En este caso se trata de un maniquí antropomorfo formado por cabeza y torso por el que se distribuyen receptáculos recargables que recrean las diferentes zonas de punción y que contienen material de aspiración, que simula a su vez el contenido lesional.

Peor no ha sido el único invento, también diseñaron a Hal, un robot fabricado por la empresa Gaumard, que llora y sangra. Está diseñado para sentir dolor, o al menos para hacérselo saber a los estudiantes que practican con él. Sangra cuando se le pincha o corta, llora y se le pueden practicar las pruebas e intervenciones que los profesionales le harían a un paciente de verdad. Hal es tan realista que incluso habla. En su repertorio está algo tan propio de los niños como llamar a su madre o decirle a la enfermera que no le toque, que le deje en paz, pero también es posible hablar a través de él. Cuando los instructores lo hacen, las palabras salen por su boca con la voz de un niño de cinco años.

“Durante tantos y tantos años, los maniquíes han sido solo trozos de goma con cierto aspecto humano y sin interacción alguna”, describe el doctor Marc Berg, director médico de la Revive Initiative for Resuscitation Excellence de la Universidad de Stanford. “Ahora, finalmente, están incrementando su realismo de manera exponencial”, concluye.

Estudiantes de enfermería, Robot, simulador de pacientes, Universidad de Murcia

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