Desde hace tiempo, SATSE Castilla y León lleva reclamando que se actualizara el precio que recibían las enfermeras por utilizar su vehículo particular para atender a los pacientes. Recogieron miles de firmas y las trasladaron al consejero de Sanidad y al de Presidencia de la Junta.
Subida insuficiente
Ahora, tras la subida, consideran totalmente insuficiente que tan solo hayan sido 4 céntimos como indemnización a los empleados públicos por utilizar su vehículo. SATSE calcula que, para un vehículo de consumo medio-bajo, el incremento en el precio del carburante en los últimos 16 años ha sido de 6 céntimos por kilómetro recorrido, por lo que el Sindicato de Enfermería considera que una indemnización apropiada partiría de un aumento de 8 céntimos por kilómetro, para pasar de los 19 céntimos actuales a un mínimo de 27, dado que este incremento de indemnización está sujeto a retención de IRPF.
Recuerdan “los miles de kilómetros que realizan las enfermeras y enfermeros con sus vehículos propios para desarrollar actividad asistencial”, como es el caso de la provincia de León, donde las enfermeras realizan más de un millón de kilómetros al año para garantizar la asistencia sanitaria.
También continúan reclamando que SACYL no convoca desde el año 2011 el Fondo de compensación de daños por accidente en los vehículos particulares utilizados por los profesionales sanitarios en su trabajo, aunque está en vigor la normativa que lo regula, de manera que ante un accidente producido en sus desplazamientos de trabajo, son las enfermeras las que tienen que asumir la totalidad de los costes de reparación o bien la compra de un vehículo nuevo en caso de siniestro total, por lo que sigue instando a las enfermeras a que se dirijan al Sindicato de Enfermería para iniciar las reclamaciones judiciales oportunas en caso de sufrir un accidente durante sus desplazamientos entre consultorios o durante la realización de las visitas a domicilio.
El Sindicato de Enfermería insiste en lo necesario de una actualización de esas indemnizaciones acorde al coste del precio del combustible y del mantenimiento del vehículo dada la dispersión geográfica que tienen las poblaciones de Castilla y León, que obliga a las enfermeras a hacer largos desplazamientos para atender a los pacientes, así como las dificultades orográficas existentes en algunas zonas, la climatología en invierno y un largo etcétera de situaciones que hacen que puedan padecer accidentes con sus vehículos particulares en su trabajo.
