“Sustituir los catéteres periféricos cada 96 horas en lugar de cada 72 es seguro y ahorra costes”

Lunes, 3 de febrero de 2014

por diariodicen.es

© HU. Clínico San Carlos

Esta es una de las conclusiones del estudio COSMOS, realizado por enfermeros del Hospital Universitario Clínico San Carlos de Madrid, que revela que reemplazar los catéteres periféricos convencionales cada 96 horas y cada 144 los sistemas cerrados integrados, no conlleva un mayor riesgo de infección.

Dicho trabajo será publicado posiblemente en el próximo número de la prestigiosa revista “Journal of Hospital Infection” y en el se muestran otras conclusiones de gran trascendencia en el contexto actual, como que se podrían reducir el número de catéteres usados cada año en un 36%.

“Sólo en un gran hospital como es el Clínico San Carlos de Madrid, el ahorro estimado es de 780.000 euros anuales no sólo en catéteres, sino también en apósitos, conectores, etcétera”, explica Juan Luis González López, coordinador de recursos materiales del centro sanitario y profesor asociado del Departamento de Enfermería de la Universidad Complutense. “La trascendencia de esta investigación –añade- radica en que la literatura científica no contaba con apenas evidencias en este campo y ningún estudio había analizado hasta ahora cuál puede ser el tiempo de permanencia real del catéter en el paciente. Tampoco se habían incluido en ningún trabajo los catéteres provistos de un sistema cerrado integrado (Nexiva®)”.

Tras registrar más de 100.000 horas/catéter de 1.199 catéteres periféricos en 642 pacientes, las conclusiones son que podría ampliarse el intervalo de sustitución de las 72 horas que recomiendan los protocolos internacionales actuales a 96 horas. Por otra parte, los sistemas cerrados podrían permanecer hasta 144 horas sin aumentar el riesgo del paciente y con un importante ahorro de costes y residuos biológicos. Los organismos internacionales deben ahora analizar si el estudio COSMOS puede conducir a un cambio en los protocolos, con el fin de hacer un uso más racional y adecuado de los recursos sanitarios.

Otra de las novedades que aporta esta investigación es que compara los sistemas habituales abiertos con los cerrados. “En este sentido, observamos que, aunque la tasa de infección es la misma en ambos casos, cerrar los sistemas reduce el riesgo relativo de contraer infección y también se reducen significativamente, en un 29%, las tasas de flebitis y demás complicaciones relacionadas con el uso de catéteres periféricos”, explica González López.

“Abriendo nuevos caminos a la investigación enfermera”

El estudio ha contado con participación de médicos, 126 enfermeras como investigadoras de campo y 123 auxiliares de enfermería como colaboradoras. Además del autor principal, han colaborado en el estudio Ana Arribi Vilela, jefa de Sección de Microbiología Clínica; la directora de enfermería, Encarnación Fernández del Palacio; y los supervisores Javier Olivares Corral, Carmen Benedito Martí y Pilar Herrera Portal.

Juan Luis González López valora el mérito de la publicación de un estudio enfermero en una revista científica de relevancia, asegurando que “va a abrir muchas puerta a la investigación enfermera, al menos en este campo”.

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