El café es uno de los productos más consumidos en España y también de los más discutidos en cuanto a sus beneficios y sus efectos perjudiciales. Pero lo cierto es que una ingesta moderada puede ser beneficioso para la salud, como en todo, abusar no es bueno.
Entre las profesiones que más café consumen parece que sí tiene algo que ver el efecto despertador que produce en el cuerpo. Profesionales sanitarios, periodistas y publicistas encabezan la lista. Jornadas de trabajo sin horarios, guardias, cambios de última hora… Dentro de estas profesiones el café es pieza fundamental en la pirámide alimentaria, pero a pesar de todo, según la Federación Española del Café, el principal motivo por el que se consume es porque gusta por su sabor.
En España, la media de consumo de este producto entre semana es de 3,6 tazas diarias rebajando esta cantidad los fines de semana a 2,7. Se estima que en todo el país se consume una media de 535 millones de tazas de café semanales.
Beneficios
Entre los beneficios que produce la ingesta de café está la reducción del riesgo de desarrollar enfermedades hepáticas como cirrosis, fibrosis, cáncer de hígado y hepatitis C. En un estudio publicado en la revista ‘Gastroenterology’ afirman que los mayores niveles de consumo de café se relacionan con menores riesgos de incidencia de carcinoma hepatocelular.
Así, otro estudio estadounidense publicado en la revista ‘Hepatology’ afirma que beber café, independientemente de su contenido en cafeína, se relaciona con menores niveles de enzimas hepáticas anormales, lo que significa que puede ayudar a proteger el hígado.
En cuanto a la fibrosis, en la investigación publicada en ‘Liver International’ se analizaron 782 adultos entre los que el 24% padecían diabetes, el 79% sufrían hígado graso no alcohólico y el 25% tenían fibrosis avanzada se demostró que los consumidores de café con baja resistencia a la insulina tuvieron una menor probabilidad de padecer fibrosis avanzada.
Efectos nocivos por abuso
Los efectos producidos por el consumo de café no son los mismos para las personas que lo toman de manera habitual que las que lo hacen de manera esporádica, ya que el cuerpo se va acostumbrando a la cafeína.
Un consumo excesivo puede producir trastornos del sueño como el insomnio, nerviosismo, temblores y taquicardia. En los casos de personas enfermas o que estén tomando una medicación la cafeína puede ser contraproducente.
La virtud está en el término medio.
