¿Tiene relación el consumo de ultraprocesados con la depresión y cambios en el cerebro?

Lunes, 21 de agosto de 2023

por diariodicen.es

Investigación de ultraprocesados

Los trastornos depresivos son uno de los trastornos psiquiátricos más comunes en todo el mundo, con una estimación de 300 millones de personas que viven con depresión. Se estima que será la principal causa de enfermedad para el año 2030.
Un estudio liderado por el Centro de Investigación Biomédica en Red (CIBER) y por el Instituto de Investigación Biomédica de Girona Dr. Josep Trueta (IDIBGI) confirma la relación directa entre los ultraprocesados y la depresión y con cambios en el volumen en unas áreas concretas del cerebro. La investigación revela que la comida ultraprocesada se relaciona con cambios en el volumen de sustancia gris de la amígdala.

¿Tiene relación el consumo de ultraprocesados con la depresión y cambios en el cerebro?

El estudio se ha publicado en la revista Journal of Affective Disorders y los resultados vinculan este tipo de comida con alteraciones en los niveles de inflamación y en la obesidad. Tenía como objetivo determinar la relación entre el consumo de ultraprocesados y los síntomas depresivos, así como proporcionar nuevos datos sobre la asociación entre el consumo de estos productos y los volúmenes de materia gris cerebral en 152 personas adultas de los que recopilaron información sobre su dieta y los síntomas depresivos. También tomaron imágenes de resonancia magnética estructural y midieron parámetros metabólicos y biomarcadores inflamatorios como el recuento de glóbulos blancos, la proteína de unión a lipopolisacárido y la proteína C reactiva.

Los investigadores también buscaron explorar los efectos de interacción con la obesidad, así como evaluar si los biomarcadores inflamatorios median estas asociaciones previas.

Resultados

La mayoría de los ultraprocesados tienen una densidad de nutrientes más baja, pero una concentración energética más alta en comparación con los alimentos no procesados. Además, son ricos en ácidos grasos saturados y trans, azúcares añadidos y sal, y son pobres en proteínas, fibra dietética y micronutrientes.

Este tipo de productos suelen contener aditivos para intensificar sus cualidades sensoriales e imitar la apariencia de los alimentos mínimamente procesados, lo que los hace comestibles, sabrosos, altamente atractivos y potencialmente adictivos.

Uno de los resultados principales es la asociación entre un mayor consumo de ultraprocesados y una mayor presencia de síntomas depresivos, así como un menor volumen en regiones cerebrales implicadas en procesar la recompensa y monitorizar el conflicto, aspectos esenciales en la toma de decisiones, incluyendo las alimentarias.

También destacó la mediación la cantidad de glóbulos blancos en la asociación entre el consumo de ultraprocesados y los síntomas depresivos.

La asociación entre el consumo de estos productos y los síntomas depresivos fue especialmente notable en el grupo con obesidad (58,6% de los participantes), que partían de una mayor presencia de síntomas depresivos en comparación con el grupo sin obesidad.

Por tanto, la investigación respalda la evidencia previa que vincula el consumo de ultraprocesados al riesgo de padecer un trastorno depresivo, y proporciona nuevos datos que lo asocian con cambios en la estructura de redes cerebrales concretas. Además, muestra que estas asociaciones podrían ser dependientes de la presencia de obesidad y los niveles de inflamación periférica.

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