A través del estudio “Análisis del Empleo en Enfermería”, remitido a la ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Ana Mato, para su conocimiento y valoración, el Sindicato de Enfermería SATSE analiza la actual situación de deterioro laboral que sufre el colectivo y además insiste en apostar por incrementar las plantillas de enfermeros para ofrecer una atención más adecuada a los ciudadanos.
Asimismo, desde el Sindicato han advertido que, en menos de cinco años, puede haber cerca de 75.000 profesionales en paro, un 30% del total, si no se lleva a cabo una correcta adecuación entre la oferta de plazas formativas para la titulación de Enfermería y la demanda del mercado laboral.
Actualmente, más de 11.000 nuevos enfermeros salen de las universidades “con falsas expectativas”, ya que la mayor parte no encuentra trabajo, al no producirse apenas contrataciones, haber una tasa de reposición casi cero y unas tasas de sustitución muy bajas. Por este motivo, SATSE “considera imprescindible y urgente” realizar dicha adecuación.
Ante la actual situación, el sindicato considera “totalmente ilógico” que se siga aumentando el número de enfermeros que finalizan cada año esta carrera, ya que, según ante la evolución que está experimentando el paro enfermero en relación con el número de nuevos titulados, se puede llegar al año 2018 con cerca de 75.000 profesionales en paro, es decir, una tasa de desempleo superior al 30%. Los cálculos aproximados de desempleo en 2013 incluyen a más de 20.000 profesionales que quieren trabajar y no pueden.
Según SATSE, en la actualidad no existe un criterio uniforme y lógico a la hora de determinar qué número deberia haber de futuros graduados en Enfermería y no se tiene en cuenta la demanda y necesidades de profesionales por parte del SNS.
Así, de seguir la tendencia actual y si las universidades no limitan la oferta de plazas para la formación de nuevos enfermeros, existirá una sobresaturación de enfermeros cuya única salida laboral será la emigración al extranjero a puestos de trabajo precarios, según recoge el informe, que denuncia otros países con más recursos que España están aprovechando las capacidades de nuestros profesionales.
