Según una investigación japonesa presentada en el Congreso de la Sociedad Europea de Cardiología (ESC, por sus siglas en inglés) celebrado estos días en Barcelona, se ha demostrado como dormir mal puede relacionarse con cardiopatía isquémica y el accidente cerebrovascular. El estudio ha utilizado alrededor de 13.000 personas y ha logrado esclarecer que entre las dos enfermedades se encuentran diferentes patrones del trastorno del sueño.
Según el investigador principal del Consejo de Víctimas de la Bomba Atómica de Hiroshima (Japón), aunque se ha haya demostrado que el accidente cardiovascular y la cardiopatía isquémica estén unidos a algunos trastornos del sueño, no se ha logrado averiguar las consecuencias de los trastornos del sueño que tienen más riesgo. Además, el especialista define “sueño deficiente” como “un sueño demasiado corto o demasiado largo, la dificultad para conciliar el sueño y la dificultad para mantener el sueño”.
Entre las casi 13.000 personas estudiadas para esta investigación 6.762 hombres y 6.114 mujeres residentes en Hiroshima, con una media de 68 años. De ellos 11.500 (aproximadamente) no registraban ningún antecedente de enfermedad cardiovascular, 773 presentaban antecedentes de cardiopatía isquémica y 560 accidentes cerebrovasculares. Al comprobar la calidad del sueño mediante el Índice de Calidad del Sueño de Pittsburgh (PSQI, por sus siglas en inglés), se demostró que de los pacientes con sueño deficiente, el 52% eran los que tenían antecedentes de cardiopatía isquémica, el 48% de accidente cardiovascular y el 17% restante eran los que tenían ausencia de antecedentes de estas patologías.
Una de los síntomas de los pacientes con cardiopatía isquémica era tener un sueño entrecortado, causante hiperactividad del sistema nervioso simpático y el eje adrenocortical.
