Ha vuelto a pasar. Una enfermera ha logrado salvar la vida de un bebé en un avión tras reanimarle. Siempre es bueno saber primeros auxilios por sí, pero noticias como esta ponen de manifiesto la importancia de que se cuente con una formación actualizada y profunda en maniobras de primeros auxilios.
Ocurrió en pleno vuelo de Pittsburgh a Orlando. La azafata del avión pidió por megafonía la ayuda de algún profesional sanitario que estuviera en el avión puesto que un bebé había dejado de respirar y estaba comenzando a ponerse morado. Tamara Panzino, enfermera jubilada, no dudó ni un momento y corrió para tratar de ayudar al niño.
Según ha podido conocer la CNN tras hablar con ella, Panzino explicó que no sabía a lo que se enfrentaba. “Vi al bebé. La cabeza estaba hacia atrás y tenía los labios azules…Mi corazón se detuvo”. A pesar del miedo, tras la grave situación que estaba viendo, hizo varias preguntas a los familiares, entregó al bebé al padre para que lo sostuviera y comenzó a realizarle técnicas de primeros auxilios.
Poco a poco el niño comenzó a recuperarse y regresó su color a la normalidad, por lo que no tuvo que realizarle finalmente una reanimación cardiopulmonar. Al aterrizar, el niño fue atendido por los servicios médicos para comprobar su estado de salud. Por su parte, desde la aerolínea, quisieron agradecer la ayuda de esta enfermera en un comunicado: “extendemos nuestro más profundo agradecimiento a Tamara por ayudar a nuestros huéspedes, y aplaudimos a nuestra tripulación por su rápida respuesta. Nuestros auxiliares de vuelo están capacitados para responder a emergencias médicas a bordo y utilizan varios recursos, incluida la comunicación con profesionales médicos de guardia designados en tierra, el uso de kits médicos a bordo y la asistencia de profesionales médicos acreditados que viajen en el vuelo”.
