Una enfermera de la unidad de oncología de Illinois tuvo que suspender su boda pero siempre tuvo claro que sacaría el lado positivo de ese momento y que le regalaría su vestido de novia a alguien que lo necesitara.
Jessica Leja trabaja con pacientes con cáncer y pensó que sería una gran idea poder regalárselo a una de ellas. Por ello se puso en contacto con el periódico local y les contó su idea que inmediatamente fue escrita y publicada. Enseguida comenzó a recibir cientos de correos electrónicos de chicas contándoles sus historias, hasta que llegó a uno que contenía un vídeo y le emocionó especialmente.
Se trataba de una paciente de Tennessee que actualmente está luchando contra un cáncer de mama y ha pasado por seis rondas de quimioterapia. “Supe de inmediato que ella debía de ser la elegida y este es su vestido, pero quería permitir que otras mujeres tuvieran la oportunidad de enviar correos electrónicos y contar sus historias también”, dijo Leja. “Ella me contó sobre Daniel y cómo él es su apoyo y quien le ayudó a superar todo esto”.
Rápidamente se convirtieron en amigas, se conectaban a través de FaceTime y se envían mensajes de texto para mantenerse en contacto. A principios de este mes, se conocieron por primera vez después de que Leja viajara hasta Tennessee para entregar el vestido a Roberts en persona. Fue un momento emotivo para ambas. “Nos dimos un abrazo de inmediato”, dijo Roberts. “Fue simplemente increíble”. Roberts tiene una cirugía más a la que someterse, pero espera casarse con su prometido en febrero.