Una enfermera de la planta de obstetricia y una matrona de paritorio del Servicio de Ginecología y Obstetricia del Hospital Infanta Leonor, ubicado en Madrid, están participando en sesiones de formación orientadas a mujeres embarazadas y sus familias, con las que se pretende enseñar las instalaciones donde va a tener lugar el proceso obstétrico así como proporcionar información sobre los protocolos y pautas de intervención en los que se fundamenta el personal y solventar las dudas posibles relativas al parto.
De esta forma, de acuerdo con lo expuesto por el Gobierno de la Comunidad de Madrid en un comunicado, estos cursos se impartes de forma telemática, según los protocolos de seguridad dada la pandemia. Al no poderse llevar a cabo las visitas presenciales para estas personas, las sesiones pretenden disminuir la ansiedad que puede provocar esta situación a las madres e incrementar la confianza teniendo en cuenta a la familia y al entorno, y brindando información sobre la evidencia disponible.
En este sentido, las sesiones se desarrollan, por Zoom, los últimos miércoles de mes en horario de tarde, y cuentan con la coordinación de Eva Martín, supervisora de la unidad de paritorio, y María Teresa Herrero, supervisora de la unidad de hospitalización obstétrica. La primera clase se llevó a cabo en mayo y tuvo la participación de 35 mujeres. Para ampliar información a este respecto se puede acceder a la web del Servicio de Ginecología y Obstetricia del Infanta Leonor, disponible en este enlace.
Esta unidad, señalan en la citada nota informativa, está dirigida por el doctor Juan José Hernández y compuesta por un equipo integrado por 12 enfermeras, 24 matronas, 29 TCAE y 32 médicos especialistas en ginecología y obstetricia. El propósito del servicio pasa por lograr el máximo nivel en la salud reproductiva de las mejore en cada fase de su ciclo vital, de forma integral, con los mayores niveles de calidad técnica y asistencial.
De acuerdo con los datos aportados por el Ejecutivo autonómico, los profesionales asisten más de 2.000 partos de forma anual y promueven la atención personalizada y el contacto piel con piel tras el alumbramiento. Asimismo, el personal fomenta los cuidados centrados en el desarrollo del neonato, teniendo en cuenta la perspectiva del confort del recién nacido, generando un ambiente de confianza y seguridad entre profesionales y embarazadas.
