El Hospital de Manises (Valencia) cuenta con la Unidad de Terapia Anticoagulante, una estructura que tiene como objetivo humanizar la atención al paciente anticoagulado. Esta unidad está formada por un equipo integrado de profesionales sanitarios especializados que ofrece a los pacientes atención directa y mucho más cercana, dando una solución inmediata a las posibles incidencias relacionadas con su tratamiento. La enfermera Beatriz Buiges Montoliu trabaja en ella y nos cuenta todos los detalles de este servicio.
Pregunta. ¿En qué consiste la Unidad de Terapia Anticoagulante que tienen en el Hospital de Manises? ¿Cuáles son los objetivos y a cuántos pacientes atienden?
Respuesta. La Unidad de Terapia Anticoagulante del Hospital de Manises (Valencia) no difiere sustancialmente en estructura y cartera de servicios de otras unidades similares. Sin embargo, nuestra unidad tiene dos características diferenciales:
- La capacitación de los especialistas de Medicina familiar y comunitaria del manejo del tratamiento anticoagulante en pacientes crónicos sin complicaciones.
- Extensión de la anticoagulación a los tres centros de especialidades del departamento.
El objetivo de esta estructura es humanizar la atención al paciente anticoagulado, acercando a los profesionales y disminuyendo la necesidad de desplazamiento de los pacientes y de este modo, acortar el tiempo de resolución de los posibles problemas que puedan llegar a surgir.
Al final se trata de una atención especializada que antes se prestaba en hospitales y que ahora hemos conseguido acercarla a las personas que lo necesitan en sus centros de Atención Primaria, mucho más cerca de donde viven y también con mayor comodidad. Además, con este servicio, atendemos un gran número de pacientes semanales, superando las 200 consultas presenciales.
P. ¿Quién forma el equipo de esta unidad? ¿Qué servicios ofrecen?
R. Está formada por un equipo integrado de médicos especialistas en Hematología y Hemoterapia y enfermeras gestoras en anticoagulación. En esta unidad se ofrece a los pacientes, tanto en Atención Primaria como en el ámbito hospitalario, una solución eficiente e inmediata de las posibles incidencias relacionadas con su tratamiento anticoagulante.
P. ¿Qué papel tienen los profesionales enfermeros en ella?
R. El personal de Enfermería lleva a cabo un papel clave en este proyecto. La enfermera gestora en terapia anticoagulante es quien mejor conoce al paciente y sus necesidades, y gracias a su formación es capaz de transmitir tranquilidad y solucionar los problemas básicos de los pacientes y anticipare a complicaciones no deseadas que pueden aparecer en cualquier momento del tratamiento.
P. ¿Qué formación deben tener una enfermera para trabajar en la unidad?
R. La enfermera debe haber recibido formación específica en materia de hemostasia y terapia anticoagulante. Además, debe mantener el compromiso de estar en continua formación para así ofrecer cuidados de calidad al paciente.
P. ¿Cómo es el día a día en esta unidad? ¿Cuáles son las principales afecciones/problemas que tienen estos pacientes?
R. Las principales funciones de esta consulta son:
- Educación del paciente en los inicios del tratamiento anticoagulante oral (tanto en el ámbito ambulatorio como hospitalizado).
- Control y validación de tratamientos con antivitamina K.
- Preparación de pacientes prequirúrgicos.
- Identificación de pacientes con rango terapéutico inestable.
- Reversiones y reintroducciones del tratamiento anticoagulante.
- Educación y seguimiento de pacientes adscritos al programa de autocontrol con antivitaminas K.
- Seguimiento y control de adherencia del paciente con anticoagulantes de acción directa.
- Manejo de complicaciones básicas de hemorragias y diátesis.
- Especial atención al paciente frágil y añoso o con alto riesgo hemorrágico.
Las principales afecciones iniciales de estos pacientes son las dudas derivadas de la posología o interacciones asociadas al tratamiento. A largo plazo, los principales problemas que se encuentran son las inestabilidades del tratamiento y las complicaciones hemorrágicas que surgen.
P. Además, los profesionales enfermeros de este servicio controlan el estado de salud de estos pacientes desde los domicilios a través de internet. ¿Cómo se accede? ¿De dónde derivan los pacientes?
R. Los pacientes que forman parte del programa de autocontrol son aquellos que, a criterio del hematólogo responsable, según diversos parámetros, son propuestos para llevar a cabo este tipo de control.
Para ello, reciben por parte de la enfermera una formación específica y realizan consultas periódicas de seguimiento para asegurar la adherencia al plan. Los resultados obtenidos en los controles son comunicados mediante una app móvil y/o mediante correo electrónico.
P. ¿Qué mejoría notan en los pacientes que pasan por ella?
R. Es notable la mejoría que observamos en estos pacientes, y por destacar algunos campos diría que:
- Elevada satisfacción percibida por el usuario al evitar desplazamientos y disminuir cargas familiares.
- Resolución rápida de problemas y dudas.
- Promoción del autocuidado.
- Mejoría de la adherencia y eficacia del tratamiento.
- Percepción de seguridad clínica y confianza en el sistema.
- Compatibilidad y adecuación del tratamiento a su estilo de vida y trabajo.
P. No es un servicio que esté en todos los hospitales, ¿cómo surgió la necesidad de crearla? ¿Cuánto tiempo lleva activa?
R. El proyecto “Hacia casa” surge tras analizar las lecciones aprendidas de la pandemia y las posibles acciones de mejora en nuestro departamento. Consideramos que la tercera edad es el grupo de pacientes que más ha sufrido las consecuencias indeseables de la pandemia y los compañeros de Atención Primaria los más sobrecargados; en este contexto se consideró una obligación acercar, en esencia, humanizar, la Atención Especializada a los pacientes más vulnerables.
Este proyecto fue propuesto por la Dra. Picón (jefa de servicio de Hematología) a la Gerencia del Departamento y Dirección de Enfermería y además ha contado con colaboración externa.
P. ¿Qué se necesita en un futuro para mejorar la vida de estos pacientes?
R. Sin duda es preciso promover acciones que acerquen la atención sanitaria a aquellos pacientes más frágiles, siendo conscientes que la pirámide de población se invierte y la atención sanitaria debe adaptarse a nuestra realidad sociodemográfica.
Este proyecto es un primer paso y debe tener como objetivo crear una conciencia global de humanización de la asistencia sanitaria.
