Después de la tempestad siempre viene la calma. Al menos eso debe pensar Teresa Romero, la auxiliar de Enfermería que ha sufrido el contagio por ébola, ingresada desde el pasado 6 de octubre y del que apenas hace pocos días se diagnosticó una cura que ha hecho posible el milagro. Desde hoy, Teresa podrá hacer vida normal tras haber recibido por parte del servicio médico del Hospital Carlos III de Madrid, el alta médica.
Un mes después de ingresar en el centro madrileño, la paciente podrá realizar una vida normal sin la necesidad de ningún tipo de seguimiento especial que pudiera conllevar a una posible recaída, aunque el virus no tiene capacidad de establecer infecciones crónicas en un enfermo, por lo que una vez recuperado el enfermo, no queda rastro del virus. 
Por otra parte, el personal asistencial ha estado bajo vigilancia activa por parte del Servicio de Prevención de Riesgos del hospital desde que ingresaron a Teresa. Cada trabajador continuará en vigilancia durante los 21 días posteriores a su última exposición, contando desde el pasado 1 de noviembre en adelante.
La habitación utilizada en la planta 6 será biodescontaminada durante el día de hoy, usando el mismo sistema que en anteriores ocasiones (tecnología con vapor de peróxido de hidrógeno que genera vapor seco de alta potencia capaz de provocar una muerte biológica en un corto espacio de tiempo). Finalizada la fase de descontaminación, está garantizada al 100% la seguridad de todo el entorno.
El Hospital Carlos III recobra su actividad normal
Al quedar liberada la planta seis, y una vez dada de alta la auxiliar de Enfermería, el Hospital Carlos III, adscrito por resolución de la Consejería de Sanidad el 25 de noviembre del pasado año al Hospital La Paz, recobra desde este momento su actividad normal. Además de las consultas que han funcionado con normalidad en todo momento, desde el pasado lunes han empezado a ingresar nuevos pacientes en la planta tres del centro.
Cabe destacar que el dispositivo para pacientes con sospecha o confirmación de ébola, cuenta ya conc uatro habitaciones con presión negativa y esclusas de mayor tamaño, así como con cámaras de seguimiento tanto en la habitación como en la propia esclusa.
