Fue el mes pasado cuando Jorge Prieto, enfermero del SUMMA 112, se hizo conocido y viral tras un vídeo que recorrió las redes sociales donde aparecía dando una charla en el estadio Wanda Metropolitano donde trabajaba mientras se vacunaba. Jorge Prieto reconoció que se trataba de una charla que llevaba dando meses junto a sus compañeros para informar a la población en los 15 minutos de espera. “El humor lo empecé a incorporar no muy lejos de empezar ya que observe que las personas que recibían la charla, en primer lugar, no me hacían prácticamente caso y en segundo lugar no se iban tranquilos y con los conocimientos claros a sus casas. El objetivo de la charla es informar a la población de qué hacer en caso de posibles reacciones adversas. Dar la oportunidad a los pacientes de que sean partícipes de su propio proceso de vacunación y no solo sea poner el brazo para que les inoculemos la vacuna”, nos explicaba en una entrevista.
Con casi 50.000 seguidores, este enfermero ha continuado publicando mensajes en sus redes sociales para mostrar la importancia de la vacunación, del trabajo de los profesionales sanitarios… Aunque también ha habido mensajes de crítica, como el último. “Cuesta abajo y sin frenos” es el título de su última foto donde muestra enfadado la situación que están viviendo y cómo aumenta la irresponsabilidad de la gente ante una pandemia que aún no ha terminado.
Jorge critica que, tras tocarle ir a hacer antígenos, el 80% de las pruebas que ha realizado en un día fueron positivos menores de 40 años. “Afortunadamente con síntomas leves. Pero positivos al fin y al cabo. Y los únicos que lo vemos parece ser que somos los sanitarios. El covid ya no existe de cara a la sociedad. Y los sanitarios ya tenemos buenas condiciones y mejores salarios. Porque esto de la pandemia ya pasó. Y como ya no se muere nadie… Lástima, pena y rabia es lo que siento cuando escucho y leo comentarios sobre este tema criticando a los sanitarios mientras nosotros seguimos poniendo en peligro nuestra seguridad, pero sobre todo la seguridad de nuestros seres queridos”, escribe.
Para finalizar, quiere dar ánimos a sus compañeros de profesión para que tengan paciencia y no se den por vencidos. “Aunque queráis mandar todo a la mierda, recordad por qué elegisteis este trabajo tan bonito. No fue por el reconocimiento social sino por el reconocimiento de nuestros propios pacientes. Eso a mí, me da vida en estos momentos. Gracias por seguir al pie del cañón”, finaliza.
