“Sin las enfermeras no sería posible”: el Día Internacional de la Enfermera en la campaña de vacunación contra la COVID-19

Miércoles, 12 de mayo de 2021

por diariodicen.es

Hoy, 12 de mayo, se celebra el Día Internacional de la Enfermera, y este año coincide con el pleno desarrollo de la campaña de vacunación contra la COVID-19, cuyos datos señalan que se ha superado la barrera de los 6 millones de personas con la pauta de vacunación completa. “Hay gente que cree que la vacunación es solo el hecho de pinchar, pero comprende toda una seria de procesos para los que únicamente es competente la enfermera”, señala José Antonio Forcada, presidente de la Asociación Española de Enfermería y Vacunas. Nos atiende en este día para hablar sobre el papel de las enfermeras en la campaña, de la importancia de una buena información en esta materia y de cómo ha cambiado la percepción que tiene la sociedad de la profesión.

Pregunta: De forma general, ¿cuál está siendo el papel de las enfermeras en esta etapa de la vacunación contra la COVID-19?

Respuesta: El papel de las enfermeras es más que fundamental en la campaña de vacunación frente al coronavirus SARS-COV-2. Sin enfermeras no sería posible. Podríamos prescindir de otros profesionales sanitarios, pero nunca de las enfermeras. Hay gente que cree que la vacunación es solo el hecho de pinchar, pero comprende toda una seria de procesos para los que únicamente es competente la enfermera. Eso sí, la enfermera formada en vacunaciones, por lo que al contar con muchas enfermeras que no habían vacunado nunca, es imprescindible una buena y correcta formación en todos los conceptos de las vacunaciones y las vacunas.

P.: Desde su punto de vista, ¿se podrá alcanzar el objetivo marcado de tener al 70% de la población vacunado para finales de verano?

R.: Todo va a depender del ritmo de recepción de vacunas. Si es el adecuado, por las enfermeras no quedará, a pesar de todos los inmensos defectos de planificación que se han observado y la falta de unificación de criterios entre las comunidades autónomas y el Ministerio de Sanidad. Se puede y debe conseguir, por el bien de la población y de la salud pública.

Si se hubiera contado desde el principio con las enfermeras que trabajan en la planificación y desarrollo de las campañas y programas de vacunación, mucho mejor nos habría ido. Si se hubiera contado con la experiencia de las enfermeras de Atención Primaria que desarrollan los programas de vacunación, mucho mejor hubiera sido, para la campaña y para la población. Y si los políticos se dejaran de pamplinas y luchas internas, mejor nos hubiera ido desde el principio.

Se habla mucho de la inmunidad de rebaño, pero no tienen ni idea de qué es esto, no saben que no tenemos ni idea de cuándo se podrá conseguir, si es que se puede. Depende de tantos factores que no han sido explorados que lo sabremos cuando hayan pasado dos o tres semanas de haberlo conseguido, si se consigue.

P.: A pesar de los últimos retrasos con las vacunas de AstraZeneca y Janssen, ¿cómo cree que se podrá alcanzar esta tasa de vacunación?

R.: Ese es otro problema añadido. No solo de los retrasos, sino de la falta de criterio científico y de evidencia a la hora de establecer los límites de edad de utilización de estas vacunas. En varios países, y en España en particular, no se han seguido los criterios de la OMS y de la EMA a la hora de la utilización de las vacunas, lo que ha creado dos problemas. El primero es la alarma social que se ha generado en la población por una información deficiente sobre los beneficios de las vacunas y los posibles efectos adversos que pueden aparecer. El segundo, como he dicho, limitar la utilización de dos vacunas en franjas de edad, que además se han ido variando, y que han hecho que las personas de mayor riesgo hayan visto retrasada su vacunación.

P.: Según su experiencia, ¿cuál es la mejor manera de combatir el miedo a las vacunas en la población?

R.: La información veraz y avalada por la evidencia científica. La comunicación por parte de las autoridades sanitarias y los medios de comunicación ha sido muy deficiente. Y tampoco ha sido la más adecuada por parte del mundo sanitario, pues han surgido muchos “expertos” en vacunas que jamás habían visto una vacuna en su vida. Cada uno debe ser experto en su campo de actuación, nunca se me ocurriría decirle a un cirujano cómo debe hacer su trabajo u opinar sobre su especialidad; pero estos nuevos expertos han lanzado opiniones que no han sido las correctas y adecuadas de cara a la población. Y luego han aparecido los “opinadores” y “tertulianos”, que saben de todo sin tener ni idea de nada, y que confunden más a la población. Hace falta que los expertos reales tengan más voz y opinión, y que los políticos se atengan a sus recomendaciones y que se dediquen a poner en manos de los realmente expertos la gestión y los recursos adecuados en la campaña e vacunación

P.: ¿Cree que ha habido desinformación en este ámbito?

R.: Como decía, la información ha sido muy deficiente y por parte de algunos medios de comunicación se ha atendido más a aspectos negativos que al beneficio de la vacunación, que es salvar miles y miles de vidas. Esto es lo que se está consiguiendo con la vacunación, a pesar de que puedan surgir algunos eventos adversos negativos, muy raros y escasos, y que han condicionado a la población, y, desgraciadamente, también a algunos profesionales de la salud.

P.: En este sentido, ¿cuál es la mejor forma de concienciar a la población sobre que las vacunas son seguras y para que se vacunen?

R.: Hay varias formas, como decía. La verdad y el beneficio de las vacunas, de todas. No hay vacunas buenas y malas, hay vacunas que salvan vidas, hay vacunas que nos van a devolver a cierta normalidad, hay vacunas que van a evitar complicaciones y secuelas, hay vacunas que van a salvar la economía. Transmitir estos mensajes y apelar a la colaboración de toda la población. Y dar ejemplo, por parte de los políticos y de personas famosas con predicamento entre la sociedad. Pero se le ha dado más voz a los Miguel Bosé, Victoria Abril y compañía, personas a las que no se les debía haber dado ni un minuto en los medios para que hablen de sus obsesiones y de su falta de educación sanitaria.

P.: ¿Cuál es el papel de las enfermeras en dicha concienciación?

R.: Fundamental, una persona que tiene dudas y que pregunta a una enfermera es una persona que probablemente se vacune. Y esto no es una percepción, esta avalado por la evidencia científica también. Las personas que reciben un input positivo y una recomendación por parte de su médico o su enfermera aumentan sustancialmente sus opciones de vacunarse. También es imprescindible el ejemplo personal y profesional. Las enfermeras nos hemos de vacunar como ejemplo a la población, y en estos momentos no se echa de menos, pero si ha sido controvertido durante mucho tiempo, si nos referimos a la vacunación antigripal, por ejemplo.

Creo sinceramente que esta situación ha servido para poner en valor las vacunas, no solo a las vacunas frente a coronavirus, sino también a visualizar que todas son necesarias. Y un aspecto en el que debemos mejorar mucho, pero mucho, es en la formación en vacunas de las enfermeras que trabajan con adultos y crónicos. Porque muchos de ellos son susceptibles de una recomendación vacunal. Y ni los médicos de familia ni las enfermeras de familiar y comunitaria están bien formados en las vacunaciones, necesitan mucho más y adquirir esa cultura en vacunas. En eso debemos trabajar y esforzarnos más, y entra dentro de nuestros proyectos inmediatos.

P.: ¿Cree que se recordará la labor de las enfermeras en la vacunación contra la COVID-19?

R.: Creo que los profesionales sanitarios salen muy reforzados de cara a la opinión pública, cada uno en su ámbito de actuación. Y las enfermeras, además, reforzadas como las profesionales que habrán conseguido un hito histórico, una vacunación generalizada que en muy poco tiempo que habrá salvado millones de vidas en todo el mundo. Debemos aprovechar esta circunstancia para poner en valor el liderazgo enfermero en la vacunación. Debemos hacernos oír mucho más y desplegar todo nuestro potencial.

P.: Hoy se celebra el Día Internacional de la Enfermera, ¿qué valor tienen fechas como esta para dar a conocer el trabajo enfermero?

R.: Son fechas simbólicas que tenemos que aprovechar para que la población visualice las funciones reales de las enfermeras y para desechar viejos estereotipos que todavía existen sobre nuestra profesión, y que, entre todos, debemos contribuir a vencer. Tras estos meses de pandemia, la sociedad nos conoce mucho mejor de lo que nos conocía, ahora falta que algunos políticos nos conozcan mejor, porque da la sensación de que todavía les falta entender lo necesarias que son las enfermeras en la sociedad y la cantidad de profesionales que necesitamos para que todo vaya mucho mejor.

P.: ¿Cree que la declaración del 2020 como el Año Internacional de la Enfermera y la Matrona, la celebración del día internacional hoy o el papel de las enfermeras en la vacunación, y en la pandemia en general, ayudarán a dar notoriedad al trabajo de los profesionales?

R.: Ya no se ve a la enfermera como la que le hace las recetas al médico, como la que está a sus órdenes para traerle el café. Ya nos hemos quitado la cofia, mal que les pese a algunos. Hemos visto a enfermeras trabajando en los puestos más cualificados y desempeñando sus funciones de forma independiente, con un extraordinario nivel de capacitación. Cada vez que entrevistan a alguien que ha salvado su vida en la UCI, vemos un agradecimiento especial a las enfermeras que le han estado acompañando en todo momento. Eso nos debe conmover y darnos fuerzas para seguir, a pesar de los ignorantes descerebrados que piensan que esto se ha acabado o que no va con ellos.

Pero nada se ha conseguido, seguimos siendo A2 con la misma cualificación que los A1, seguimos sin poder prescribir en muchas autonomías por la dejadez de los políticos, seguimos luchando todos los días por nuestros pacientes sin el respaldo de la administración, etc, etc. No podemos dejar la lucha ni un solo día. Yo mismo me siento muy orgulloso de que todos los días, e incuso muchos sábados y domingos, y cuando digo todos son todos, me llamen desde la prensa escrita, la radio, la TV, para conocer la voz de un enfermero experto en vacunas, para conocer mi experiencia y mis opiniones, porque saben que están basadas en el conocimiento y en la evidencia científica, y siempre por encima de muchos de los “nuevos expertos” en vacunas que han proliferado en los últimos tiempos.

Y deberíamos ser muchos más los que aparezcamos en medios hablando sobre nuestros temas en los que somos verdaderos expertos. Esto también ayudaría mucho a nuestra visibilidad como enfermeras.

P.: ¿Guarda el Día Internacional de la Enfermera este año un significado especial, teniendo en cuenta el contexto sanitario?

R.: Debemos conseguir que la población conozca nuestro día, que el año pasado fue nuestro año, a pesar de que la pandemia nos negó mucha visibilización de tal reconocimiento. No quiero extenderme más, pero solo un recuerdo para todos. Somos enfermeras, somos líderes, somos la profesión sanitaria con más miembros a escala mundial y unidas podemos cambiar el mundo. Pero debemos unirnos para lograrlo.

Noticias relacionadas

COVID-19, Día Internacional de la Enfermería, enfermeras, vacunación, Vacunación contra la COVID-19, vacunas

¿Quieres comentar la noticia?

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.

*
*