Los profesionales de la medicina reproductiva defienden la importancia de que las mujeres en edad reproductiva que sufren cáncer de mama tengan acceso a información de calidad sobre el impacto de la quimioterapia o la radioterapia en la fertilidad y sobre sus posibilidades de conseguir el embarazo. Inmaculada Cabo Fernández es enfermera en las clínicas Ginefiv, y nos explica el papel de la enfermera en el tratamiento de una paciente con cáncer de mama.
Pregunta. ¿Qué puede aportar la enfermera a una paciente con cáncer de mama?
Respuesta. La atención profesional que la Enfermería brinda a las mujeres con cáncer de mama está concebida como un proceso continuo, dinámico y flexible. Consideramos a las receptoras de los cuidados como un ser bio-psico-social. No basta la atención profesional y técnicamente especializada. Lo que las pacientes esperan de nosotras/os como profesionales es que seamos capaces de identificar cuáles son “sus necesidades específicas” y en consonancia a ellas podamos brindarles los cuidados necesarios.
El papel de Enfermería es fundamental para poder detectar posibles síntomas y complicaciones, y acompañar al paciente y a la familia en el proceso psicológico y social de adaptación a esta nueva situación tras el diagnóstico de cáncer.
También juega un papel muy importante en la prevención, a la hora de seleccionar a pacientes para derivar a sus especialistas oportunos, para realizar las pruebas de cribado. La recolección de estos datos debe darse a través de la historia clínica, la observación, el examen físico y la entrevista clínica enfermera-paciente. También será necesario evaluar las necesidades específicas y brindar la atención necesaria.
Una enfermera no solo proporciona los cuidados del tratamiento médico prescrito, también escucha y acompaña al paciente y a su familia desde el principio, estando siempre a su lado. Hoy en día están en aumento los casos de diagnósticos de cáncer de mama en mujeres menores de 45 años. Este hecho favorece que muchas mujeres jóvenes puedan no haber cumplido su deseo de ser madres en el momento del diagnóstico y que, una vez pasado el tratamiento, puedan plantearse la posibilidad de quedarse embarazadas.
Aunque hasta hace años la recomendación habitual de los profesionales médicos era contraindicar el embarazo en supervivientes de cáncer de mama, hoy sabemos que la gestación tras la enfermedad no empeora el pronóstico ni aumenta el riesgo de recaída, por lo que es segura para aquellas mujeres que la deseen y siempre que su especialista no lo desaconseje.
Actualmente el cáncer de mama tiene tasas muy altas de supervivencia y recuperación. Sin embargo, cuando una mujer es diagnosticada de cáncer, de repente su vida se paraliza y sus preocupaciones y miedos aumentan, añadiendo mucha más carga emocional si la paciente está en edad fértil y tiene pendiente aún su proyecto reproductivo en un plazo más o menos cercano.
Es en ese momento cuando la labor de la Enfermería se hace fundamental, cuidando y ayudando a asimilar la enfermedad tanto a la paciente como a sus parejas y familiares, respondiendo todas las dudas que tengan sobre el cáncer y cómo este y los tratamientos que con él se aplican pueden repercutir en lograr un embarazo y su consecución. Esta información les otorga el poder para tomar las decisiones personales oportunas sobre las alternativas posibles, como por ejemplo la preservación de la fertilidad antes del tratamiento contra el cáncer.
P. ¿En qué tipo de situaciones actúa la enfermera en esta enfermedad?
R. Las enfermeras se encuentran presentes en momentos muy importantes del proceso, como en la administración y control del tratamiento propuesto por su médico especialista, realizando un seguimiento cercano de la respuesta de los pacientes a los fármacos prescritos.
Es importante destacar que durante el cáncer los sentimientos de miedo, ansiedad y estrés son muy frecuentes. Por este motivo, el personal de Enfermería ofrecerá pautas y consejos, resolviendo dudas y disminuyendo preocupaciones, evitándoles estas emociones negativas a los pacientes.
Debido al fuerte impacto que el cáncer provoca en todas las áreas de sus vidas (familiar, laboral, de pareja, social), los profesionales de Enfermería identificamos a las pacientes como seres bio-psico-sociales, cuyas necesidades y situaciones personales ante el diagnóstico de cáncer las convierten en un gran conjunto de temores, dudas, angustias, que las hacen necesitar “una mano amiga”, una palabra de aliento, comprensión y orientación.
Enfermeras esenciales en el tratamiento del cáncer de mama
P. ¿En qué etapa del tratamiento son más esenciales las enfermeras?
R. Las enfermeras son vitales en todo el proceso. Tras el diagnóstico de cáncer, se realiza la planificación de la atención de Enfermería. Lo primero es brindar apoyo continuo a la paciente y su familia. Proveer tanto al paciente como a sus familias educación personalizada, veraz, actualizada y oportuna.
Retomando el tema de la fertilidad, el profesional de Enfermería les informará sobre las diferentes medidas preventivas que existen. La posibilidad de que una mujer joven pueda quedarse embarazada de forma natural una vez finalizados los tratamientos depende de que no sufra un daño ovárico irreversible. Dado que algunas terapias empleadas en el abordaje del cáncer de mama pueden provocar esta situación, antes de iniciar un tratamiento es necesario ofrecer a este grupo de pacientes la posibilidad de preservar su fertilidad.
Es importante que las pacientes conozcan, antes de comenzar el tratamiento, que las sesiones de radioterapia o quimioterapia pueden provocar esterilidad, pero actualmente existen tratamientos alternativos con los que lograrán ser madres, si así lo desean, una vez hayan superado el cáncer. Las técnicas de preservación de la fertilidad en mujeres con cáncer de mama disponibles a día de hoy son la crio-preservación de ovocitos y la crio-preservación de embriones. En el caso concreto de la criopeservación de óvulos, esta es la técnica más eficaz para la preservación de la fertilidad de la mujer, cuando aún no se tiene definido si el proyecto reproductivo quiere realizarlo sola o en pareja.
También son esenciales en la colaboración para la prevención, control y alivio de signos y síntomas como efectos secundarios del tratamiento y en animar a las pacientes a asumir un rol activo durante su tratamiento.
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