La enfermera, una pieza clave para acabar con el consumo de drogas en el embarazo

Miércoles, 11 de octubre de 2023

por Natalia Hernández Manjón


“Piensa por ti”, “Abre los ojos, las drogas pasan factura”, “Drogas, ¿te las vas a jugar?”, “Drogas. Hay trenes que es mejor no coger” o el anuncio protagonizado en 1989 por Ana Obregón, Miguel Bosé y Antonio Banderas con frases como “Si a los 12 años decides ser doctor, fantástico. Si decides ser futbolista o cantante, fantástico. Pero si decides ser yonki… tú verás”. Quizás recordarás alguna de estas campañas que salían en los diferentes medios de comunicación con las que intentaban concienciar, pero ¿cómo ha evolucionado el consumo de drogas?

El último Informe Mundial sobre Drogas 2023 destacó que los consumidores de estupefacientes aumentaron un 23% en la última década, llegando a haber en la actualidad 296 millones, lo que supone un 5,8% de la población global de entre 15 y 64 años; las personas jóvenes están consumiendo más drogas y los niveles de consumo actuales en muchos países son más altos que los de la generación anterior. Unos datos preocupantes que provocan muchos daños: problemas con la familia y amigos, conductas antisociales, ansiedad, insomnio, sobredosis y numerosas consecuencias que han sido desastrosas para la salud pública. Por todo ello, la lucha contra el consumo de drogas continúa, y más fuerte que nunca.

La enfermera, una pieza clave para acabar con el consumo de drogas en el embarazo

Consumo de drogas

Las drogas son todas aquellas sustancias que, introducidas en el organismo por cualquier vía de administración, producen de algún modo una alteración del funcionamiento natural de nuestro cuerpo pero, además, también generan dependencia, bien física o psicológica. Las sustancias se dividen en cuatro tipos de categorías: depresores, estimulantes, alucinógenos y opiáceos.

El riesgo de adicción y la rapidez con la que la persona se vuelve dependiente varían según la sustancia adictiva, y con el paso del tiempo es posible que la persona necesite dosis mayores de dicha sustancia para sentir los efectos. En poco tiempo es posible que la persona lo requiera solo para sentirse bien y a medida que aumente el consumo, será más difícil vivir sin ella. Los intentos por dejarla pueden causar deseos intensos de consumirla y hacerle sentir físicamente enfermo (síntomas de abstinencia). Por todo ello es necesario actuar, seguir intentando acabar con ello.

Drogas en el embarazo

Cuando hablamos de drogas, siempre nos viene un prototipo a la mente pero, quizás, algo que se desconoce es que también existe una tasa de consumo de drogas en el embarazo. Ana Belén Tejado es subdirectora de Enfermería de Atención Primaria de la Gerencia de Atención Integrada de Alcázar de San Juan (Castilla-La Mancha). Según explica, cada año en el Área de Salud Mancha Centro, que comprende a una población de unos 125.000 habitantes, se atiende a una media de 840 mujeres gestantes. “Hasta el 2021, la tasa de detección de consumo de drogas en mujeres gestantes se situaba entre el 0,2% y 0,3%; sin embargo, en 2022 esta tasa aumentó hasta situarse en el 0,8%. Estas mujeres derivadas al Servicio de Trabajo Social hospitalario por demandas sociales oscilan entre 25 y 30 cada año. En los últimos años se ha observado un incremento significativo del consumo de drogas en este colectivo”.

La enfermera, una pieza clave para acabar con el consumo de drogas en el embarazo
Ana Belén Tejado

Los riesgos que conlleva esta toma de sustancias, no ya en una situación normal, sino en el embarazo, para la mujer y el bebé son numerosos. Según indica Ana Belén, “las drogas pueden tener graves consecuencias físicas, mentales o sensoriales para la madre y el recién nacido. Las que se detectan con mayor frecuencia en mujeres gestantes son el tabaco, el alcohol, la cocaína, la marihuana y la heroína”.

Y todo ello conlleva riesgos, como deficiencias en vitaminas, anemia ferropénica y anemia por déficit de ácido fólico, incremento del índice de diabetes gestacional, preeclampsia y eclampsia, amnionitis, aumento del riesgo de aborto, desprendimiento prematuro de placenta y partos prematuros; se originan más procesos infecciosos como hepatitis y abscesos, así como el riesgo de sobredosis opioide potencialmente mortal.

En lo relacionado con el recién nacido, puede afectarle con retraso del crecimiento intrauterino, mayor riesgo de prematuridad, menor rendimiento intelectual, retraso psíquico, síndromes de abstinencia natal, anomalías en el desarrollo del sistema nervioso central, así como defectos congénitos, hemorragias e infartos intracraneales, entre muchos otros.

El papel de la enfermera

Es muy importante detectar a tiempo este tipo de adicciones por los daños que ocasionan, y como cambiar las conductas no es algo fácil, muchas veces es necesario pedir ayuda. La enfermera tiene un papel clave en la identificación y la captación de las mujeres gestantes que consumen drogas. Se realiza en las consultas de Enfermería y de atención en el embarazo en el ámbito de la Atención Primaria mediante la entrevista personal, la historia clínica, los resultados de analíticas y el examen físico para actuar precozmente sobre las complicaciones que se pudieran dar.

Además, tal y como explica Ana Belén Tejado, los profesionales de Enfermería de Atención Primaria y de la Unidad de Conductas Adictivas y matrones del Área de Salud son los responsables de las actuaciones relacionadas con la información de las consecuencias físicas y legales del consumo de drogas en el embarazo, de los controles de los factores de riesgo y complicaciones que pudieran producirse, de la monitorización del consumo, así como de ofrecer apoyo sanitario, psicológico y social necesario con el fin de prevenir las posibles complicaciones que pueden aparecer.

consecuencias de las drogas

Actuar ante un caso

El consumo de drogas durante el embarazo también tiene consecuencias legales porque se considera un riesgo y a veces maltrato prenatal. De acuerdo con la Ley 7/2023 de marzo, de Atención y Protección a la Infancia y la Adolescencia, se entiende por situación de riesgo “la falta de cuidado físico de la mujer gestante o el consumo abusivo de sustancias con potencial adictivo, así como cualquier otra acción propia de la mujer o de terceros tolerada por esta, que perjudique el normal desarrollo o pueda provocar anomalías físicas, mentales o sensoriales al recién nacido”.

Por ello, cuando el profesional sanitario detecta un caso de este estilo, se procede a actuar: “El profesional sanitario que identifica a una mujer gestante que está consumiendo drogas (MAP, Enfermería, matrones, ginecólogos, etc.) informa del caso al Servicio de Trabajo Social, quienes ponen en conocimiento mediante un informe social y médico al Servicio de Protección de Menores, Fiscalía de Menores, Servicios Sociales de la localidad de residencia con el fin de establecer las medidas de protección al recién nacido y a la Unidad de Conductas Adictivas, los cuales realizan el tratamiento especializado en drogodependencias y el de la mujer gestante pos-alta”, explica esta enfermera.

Sensibilización y medidas contra las drogas

A lo largo de las últimas décadas ha habido una gran cantidad de medidas contra las drogas y, ante el incremento de casos detectados en el Área de Salud, desde la Gerencia de Alcázar de San Juan han implantado como medida preventiva una campaña para la sensibilización del consumo de drogas durante en el embarazo.

La campaña se lleva a cabo en los centros de Atención Primaria, a través de médicos de cabecera, de los servicios de Enfermería y matronas, así como también en el Hospital General Mancha Centro en el servicio de Ginecología, donde se entrega un folleto informativo a todas las madres gestantes sobre los riesgos para su salud y la de su bebé, así como las consecuencias legales y sociales, que puede conllevar este hábito durante el embarazo.

La idea la ha puesto en marcha el Servicio de Trabajo Social Hospitalario ante el aumento de casos, que ha pasado de una prevalencia entre el 10%-12% de los casos derivados por Servicios Sociales al 28%. Aproximadamente, el 3% de las madres gestantes se encuentra en situación de protección en el área y son derivadas al Servicio de Trabajo Social Hospitalario (entre 25 y 30 cada año). De este porcentaje, se ha detectado en la actualidad que en torno al 28% consume drogas durante el embarazo. “Tienen las puertas abiertas de todo el sistema de salud para acompañarlas, actuar y lograr el objetivo de dejar de consumir drogas, durante toda la vida y, especialmente, durante el embarazo”.

Ante el aumento de casos es necesario pensar de cara al futuro cómo actuar, impulsar e implantar nuevas iniciativas de detección precoz y prevención en el consumo de drogas en toda la población, y establecer programas comunitarios para la vigilancia en el consumo de drogas. Una forma de tender la mano y ofrecer toda la ayuda posible para acabar con uno de los desafíos de las últimas décadas porque, como decía la campaña publicitaria, “Hay trenes que es mejor no coger”.

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