La Escuela de Enfermería La Fe instala un panel para que el alumnado sea activista contra la violencia machista

Lunes, 28 de noviembre de 2022

por Aitana Sánchez Hernández


Con motivo del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, la Escuela de Enfermería La Fe (Valencia) ha instalado un panel para implicar al alumnado y al profesorado de este centro docente en la lucha contra la violencia machista. La iniciativa surgió a raíz de la campaña 2022 de la ONU: ¡ÚNETE! Activismo para poner fin a la violencia contra las mujeres y las niñas”.

25N-Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. Escuela de Enfermería La Fe

Estudiantes y profesores diseñaron un gran panel (1.50 x 3 metros), que titularon “25N – Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer”, decorado con mariposas y colocado en el hall de entrada de la Escuela el pasado 22 de noviembre. Junto al panel se colocó una mesa con pos-its de colores, para poder escribir en ellos mensajes de rechazo de la violencia de género y machista, y después proceder a pegarlos en el panel. El 25 de noviembre se procedió a la lectura de los mensajes de forma conjunta con el fin de conmemorar este día.

“El objetivo del panel fue movilizar al conjunto de estudiantes de Enfermería para que se conviertan en activistas contra la violencia machista, se solidaricen con la defensa de los derechos de las mujeres y apoyen a los movimientos feministas para evitar el retroceso de los derechos de las mujeres y conseguir un mundo libre de violencia de género”, ha relatado Carlos Saus Ortega, director de la Escuela de Enfermería La Fe de Valencia, doctor en Enfermería por la Universidad de Alicante, e investigador principal del grupo en Arte y Ciencia en Cuidados del Instituto de Investigación Sanitaria La Fe.

La iniciativa va dirigida a todos los estudiantes, profesores y personal administrativo de la Escuela. “Se trata de una actividad transversal, que ha tenido una gran acogida y en la que todos/as están participando de forma muy activa”, advierte Saus.

El papel de la Enfermería en la detección de casos de violencia de género

Según Carlos Saus, las enfermeras llevan a cabo el cribado de Violencia de Género a todas las mujeres que entran en contacto con ellas en los servicios sanitarios. Para ello, preguntan con regularidad, bajo un clima de intimidad, confianza y confidencialidad, sobre la existencia de Violencia de Género, bien de forma directa: “En alguna ocasión ¿ha sufrido maltrato, emocional, físico o sexual por parte de su pareja o por una persona importante para usted?”; o de forma indirecta: “¿Cómo van las cosas por casa?

Ante una respuesta positiva, las enfermeras proceden a la confirmación de un posible caso de Violencia de Género. Para ello, utilizan instrumentos fiables, como el cuestionario AAS (Abuse Assessment Screen), que permite, a través de una serie de preguntas sencillas y directas, exteriorizar e identificar un caso positivo de maltrato.

Carlos Saus, director de la Escuela de Enfermería La Fe

“Pero la confirmación y valoración de un caso positivo de malos tratos, no pone fin a la actuación de la enfermera, sino que, en este momento ha de realizar una tarea importante de información, escucha, atención a la mujer y trabajo en consulta. Además, si el caso lo requiere, realizará una derivación a otros recursos sociosanitarios”, explica. La actuación de la enfermera será distinta según la situación de peligro en la que se encuentre la mujer. Para valorar esta situación de peligro, las enfermeras también disponen de herramientas, como el cuestionario DA (Danger Assessment), que determina el riesgo de homicidio o suicido de la mujer.

La mejor manera de detectar una situación de posible maltrato físico, sexual y/o psicológico es preguntando directamente a la mujer. No obstante, las enfermeras deben estar atentas a determinados signos y síntomas como:

  • Observar que una mujer hiperfrecuenta los servicios de salud, sobre todo con consultas a demanda o en urgencias, por problemas inespecíficos de salud.
  • Presentar fracturas, arañazos o moratones; que la mujer no suele justificar de forma concreta.
  • Consultarnos por un problema de adicción, como consumo de drogas, psicofármacos o alcohol; por subidas y bajadas de peso repentinas o por problemas para conciliar el sueño.
  • Presentar cambios importantes en su forma de vestir, o ir un poco o muy descuidada.
  • Al preguntarle por las relaciones familiares y de ocio o sociales con amistades, referir no tener ganas de tener contactos externos y preferir permanecer en casa.
  • Presentar una muy mala autoimagen de sí misma, una baja autoestima, mostrarse insegura, depresiva, ansiosa, infeliz, triste, etc.

“Lo deseable es que las enfermeras realicen una buena prevención primaria de la Violencia de Género a través de una educación afectivo-sexual a hombres y mujeres desde la primera infancia. No obstante, la prevención secundaria de la violencia de género a través de los cribados es una tarea imprescindible de todas las enfermeras; dado que la identificación temprana de un caso permite la posibilidad de intervenir de forma integral e interdisciplinar, evitando males mayores”, concluye Saus.

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