El Colegio de Enfermería de Cantabria ha editado un libro, titulado Guía de alimentación para la consulta de enfermería en centros penitenciarios y Atención Primaria, en el que se recogen los protocolos que deben seguir los profesionales enfermeros en el tratamiento de enfermedades crónicas ni infecciosas en el medio carcelario. 
Este manual, que ha sido llevado a cabo por el Grupo de Enfermería de la Sociedad Española de Sanidad Penitenciaria (GESESP), se ha elaborado, a lo largo de 2014, con la colaboración de nueve centros penitenciarios de toda España y ha contado con la participación de un total de 1.170 internos, y persigue el objetivo de evaluar la situación de las patologías crónicas no infecciosas en este ámbito y dar, de esta forma, solución a las diversas situaciones que los profesionales deben encarar a diario en sus consultas al tratar factores de riesgo como los que caracterizan a las enfermedades cardiovasculares.
Así, los autores de la monografía concluyeron que los internos de mayor edad presentan mayor riesgo cardiovascular, que la media de edad de la población reclusa está empezando a aumentar y, así, el porcentaje de este riesgo debe tenerse en cuenta, y que los enfermeros deben realizar actividades encaminadas a corregir este hecho como parte de su consulta.
El libro fue presentado el pasado martes en la sede del Colegio de Cantabria, y el acto, al que asistieron alrededor de un centenar de profesionales sanitarios, contó con la presencia de la presidenta de la institución colegial, José Ramón Borraz Fernández, enfermero del Centro Penitenciario El Dueso-Santoña y coordinador del GESESP, Mercedes Martínez Delgado, enfermera del Centro Penitenciario Soria y miembro del Grupo de Trabajo, y Ana M.ª Fernández Araque, decana de la Facultad de Enfermería del Campus de Soria, Universidad de Valladolid.
