El Día Mundial de la Asistencia Humanitaria es un momento para reconocer a quienes afrontan el peligro y la adversidad para ayudar a los otros.
El 19 de agosto de 2003 se produjo un atentado en las oficinas de la ONU en Irak, dejando un balance de 22 muertos, entre ellos, el enviado especial de Naciones Unidas, Sergio Vieira de Mello.
Como consecuencia de este crimen, la ONU ha elegido esta fecha como el Día Mundial de la Ayuda Humanitaria, para conmemorar a los miles de cooperantes anónimos de ONG que dan su vida por ayudar a los demás. Cooperantes que suministran alimentos, agua potable, vacunas y refugios a civiles que han sido víctimas de guerras o desastres naturales. De esta forma, se pretende, además, concienciar a la opinión pública sobre la importancia de las acciones humanitarias que se realizan en todo el mundo. Así fue designado por la Asamblea General y ha evolucionado desde su creación.
El Día Mundial de la Asistencia Humanitaria es también una oportunidad para celebrar el espíritu que inspira este trabajo en todo el mundo.
El Tema de este año, «Una humanidad», se centrará en promover la reunión de todos los líderes mundiales en Estambul en torno a la Agenda para la Humanidad y la forma en que los compromisos adquiridos ayudarán a 130 millones de personas que actualmente necesitan asistencia humanitaria.
«Las familias y comunidades que luchan por sobrevivir en las emergencias de hoy lo hacen con resiliencia y dignidad. Necesitan y merecen que sigamos poniendo empeño en hacer todo lo posible a fin de proporcionarles los medios para un futuro mejor.» Ban Ki-moon, Secretario General de la ONU
Blanco de ataques: ser cooperante conlleva un alto riesgo, y en muchas ocasiones, las ONG deben abandonar las campañas de ayuda en determinados países por los peligros que acechan a sus colaboradores, llegando incluso a dejarse la vida por intentar devolvérsela a los demás pues en los últimos años los cooperantes son cada vez con más frecuencia objetivo de los ataques.
