Las horas de sueño, marcan, en muchas ocasiones, nuestro ritmo de vida. Hay quienes se acuestan tarde y se levantan tarde, quienes madrugan mucho y se van a dormir pronto…hay muchas formas de distribuir nuestras horas de sueño y descanso, algunas adecuadas, otras perjudiciales. Perjudiciales, ya que el sueño no solamente incide en nuestra distribución del tiempo, también tiene repercusiones en nuestra salud, hasta el punto de que “una persona que tiene malos hábitos de sueño a lo largo de su vida, tiene mayor probabilidad de sufrir enfermedades cardiacas”.
Este es el tema del que ha hablado la neurofisióloga Ana Arena. Según explica la especialista, “dormir mal puede provocar a corto plazo somnolencia diurna, dificultad para concentrarse, alteración del estado de ánimo y si este mal descanso se cronifica, puede ocasionar depresión, problemas sexuales, alteración de la memoria, fallos en el sistema inmunitario u obesidad”. Para que nuestras horas de descanso y recuperación sean adecuadas, es importante mantener un ritmo regular, es decir, “levantarnos y acostarnos a una hora parecida”, además de mantener una temperatura adecuada en la habitación, en la que a poder ser no haya ruidos y evitar tomar café seis horas antes de ir a dormir.
Para algunos españoles la siesta continúa siendo un momento clave, una rutina que se vuelve esencial para seguir funcionando el resto del día. Según explica esta especialista, “la siesta es recomendable, pero no se debería exceder de los 20-30 minutos, y preferiblemente debería realizarse después de comer”.
Por otro lado, en relación a los más pequeños, la Dra. Arena ha señalado la importancia de que seamos conscientes de las consecuencias que la falta de sueño puede tener en el desarrollo cognitivo de los más pequeños, ya que hoy en día, “los niños duermen menos de lo que necesitan”.
