La migraña es una de las enfermedades más incapacitantes en el día a día. Hay numerosos estudios intentando encontrar una cura, pero a día de hoy no la hay. Existen tratamientos que se enfocan en aliviar los síntomas y prevenir nuevas crisis, pero no un fármaco que la elimine.
Ahora, el Hospital Germans Trias i Pujol de Badalona ha descubierto que una prueba sencilla que se puede hacer en la consulta, una ecografía transcraneal, detecta alteraciones cerebrales en pacientes con migraña crónica.
Hasta ahora se sabe que migraña crónica es aquella que se sufre, como mínimo, 15 días o más al mes durante un mínimo de tres meses, y aunque se desconoce parte de la fisiopatología, los médicos saben que se genera en diferentes estructuras cerebrales, entre ellas los núcleos del tronco encefálico, que se llama sustancia gris periacueductal. Esta está formada por un conjunto de neuronas que, cuando no están alteradas, permiten la modulación del dolor y otros estímulos sensoriales, según explica una neuróloga del centro.
Esta prueba podría ser un hallazgo que podría contribuir a mejorar el diagnóstico de la migraña que normalmente es dificultoso ya que los pacientes pueden sufrir un dolor de cabeza inespecífico que puede conducir a errar en el diagnóstico. Por eso, encontrar biomarcadores de migraña ayudaría a mejorar el conocimiento de la enfermedad, a establecer el diagnóstico y a predecir su progresión y respuesta a una terapia.
En este sentido, la ecografía transcraneal, una técnica no invasiva, inocua y fácil de hacer, puede jugar un papel importante, según un estudio elaborado por el departamento de Neurociencias del Hospital Germans Trias que ha descrito por primera vez la presencia de cambios estructurales en la sustancia gris periacueductal en pacientes con migraña crónica.
El estudio de la migraña crónica
Estas alteraciones, según los neurólogos, que han publicado su investigación en la revista ‘The Journal of Headache and Pain’, podrían detectarse con la prueba ecográfica en la misma consulta hospitalaria.
El estudio, llevado a cabo durante dos años, incluyó a más de un centenar de personas a las que se les practicó esta ecografía, más de la mitad de las cuales con migraña crónica y episódica. Así vieron que, en comparación con los voluntarios sanos y con migraña episódica, quienes la padecían de forma crónica presentaban diferencias ecográficas de la sustancia gris periacueductal.
