El Hospital Clínico San Carlos, ubicado en Madrid, ha implantado una consulta específica de enfermería en micropigmentación mamaria de areola y pezón para pacientes mastectomizadas, lo que implica la conclusión del proceso oncológico, que contempla la reconstrucción de la mama. En esta unidad se les brinda una atención integral que repercute de forma positiva a escala psicológica, al mejorar su imagen corporal y autoestima.
De acuerdo con lo expuesto por el Gobierno de la Comunidad de Madrid en un comunicado, en este centro se atienden a cerca de 300 pacientes de cáncer de mama de forma anual, o con riesgo alto de desarrollarlo, ofreciéndoles los procedimientos más avanzados en intervenciones de reconstrucción, como la conservación de la mama en el caso de tumores extensos, mediante técnicas de oncoplastia, o la reconstrucción de tejidos propios de la afectada, con microcirugía y la conservación de la areola y el pezón.
Laura González, enfermera de la consulta de micropigmentación mamaria, ha explicado, en la citada nota informativa, que, dada la puesta en marcha de estos servicios, una cantidad significativa de mujeres del Clínico de Madrid se beneficiarán, “ya que se estima que aproximadamente el 65% de las mujeres diagnosticadas de cáncer de mama acaba siendo sometido a una mastectomía parcial o a la extirpación total de la glándula mamaria”. En este sentido, la enfermera Rosa Cabras añade que, mediante la consulta, que colabora con la Unidad de Patología de Mama y se integra en el Servicio de Cirugía Plástica, “nuestras pacientes se benefician psicológicamente del final de un largo proceso de tratamientos médicos e intervenciones quirúrgicas, que concluye con esta micropigmentación, posterior a la reconstrucción mamaria”. Por otra parte, Jennifer Núñez, enfermera de la consulta de micropigmentación, apunta que la técnica “se desarrolla bajo anestesia local tópica y con una duración variable, que oscila entre una hora y hora y media, aproximadamente”.
La consulta de micropigmentación mamaria del hospital, señalan desde el Ejecutivo autonómico, está conformada por enfermeras con instrucción específica en este método; Sandra Rodrigo es la supervisora. Los servicios se organizan en cuatro visitas: en la primera se lleva a cabo una valoración enfermera integral a la paciente, exponiéndole las etapas del proceso; posteriormente se realiza una prueba de alergia con los pigmentos que se implantarán en su piel, citándola para una segunda visita, pasado un mes del test, para efectuar la sesión de micropigmentación en caso de ser negativo el resultado; pasado un mes de la técnica, la tercera visita se programa para estudiar el resultado y poner en común las primeras impresiones; la cuarta, y última, se da a los dos años del comienzo del proceso, para analizar el estado de la pigmentación en la paciente.
