Enfermeras expertas en urología funcional solicitan la promoción del sondaje vesical intermitente en sanidad

Jueves, 4 de noviembre de 2021

por diariodicen.es

El Proyecto SÍ, red de enfermeras expertas en urología funcional especializadas en urodinamia, ha reivindicado la introducción de mejoras en el sistema sanitario que permitan promover el sondaje vesical intermitente (SVI) como la técnica gold standard, es decir, la mejor de acuerdo con la evidencia científica. Esta técnica consiste en la introducción de una sonda a través de la uretra para llegar hasta la vejiga con el fin de drenar la orina retenida.

José María Monreal, enfermero del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz, ubicado en Madrid, y portavoz del Proyecto SÍ, ha explicado que esta “es la mejor opción de tratamiento para los pacientes que tienen problemas para vaciar su vejiga de forma natural, porque se asemeja a la micción fisiológica. Ayuda a cuidar los riñones, disminuye el riesgo de infecciones y contribuye a que el paciente mantenga una vida independiente y autónoma”. En este sentido, en el ámbito fisiológico, permite a los pacientes preservar su función renal disminuyendo el riesgo de infecciones y de incontinencia. En cuanto a la calidad de vida, por otra parte, el sondaje vesical intermitente es un proceso facilitador que permite que el afectado mantenga estable su vida laboral, familiar y sentimental; también favorece la independencia y la calidad de vida de la persona, ya que le ayuda a mantener su autonomía, una vida sexual normalizada y mayor confianza y seguridad.

“A pesar de que la bibliografía científica es contundente sobre los beneficios del sondaje vesical intermitente, existe todavía un gran desconocimiento en torno a este tratamiento, necesario para vaciar la vejiga. En Atención Primaria, y simplemente por una cuestión de desconocimiento sobre el SVI, muchas veces nos encontramos con casos en los que se aconseja a los pacientes una reducción de la frecuencia en el sondaje o, incluso, un cambio a un sondaje permanente, lo que reduce enormemente la calidad de vida del paciente. Por eso, desde el Proyecto SÍ tenemos como objetivo principal transformar esta realidad fomentando esta técnica, en colaboración con las diversas consejerías de Sanidad y cooperando con todos los niveles asistenciales”, apunta Carlos Lorenzo, enfermero del Hospital Clínico de Madrid y portavoz de la iniciativa.

Para poner en conocimiento las ventajas del SVI, así como las revisiones bibliográficas y estudios científicos desarrollados por Proyecto SÍ a lo largo de los últimos años, las enfermeras participantes han comenzado un ciclo de encuentros con diversas consejerías de Sanidad. “Las enfermeras expertas en urología funcional somos, junto con el urólogo funcional, el centro de referencia del paciente urológico. Nuestro papel es fundamental para garantizar la mejor calidad de vida de los pacientes. De hecho, acabamos de publicar los datos preliminares del último estudio realizado por nosotras en el Journal of Clinical Medicine, y se demuestra que cuando un paciente es educado en la técnica del sondaje vesical intermitente por una enfermera experta en urología funcional y se le realiza seguimiento, su nivel de adherencia al tratamiento se incrementa en un 87% en un mes”, explica Guadalupe Fernández, enfermera del Hospital Infanta Sofía, en Madrid, y portavoz de Proyecto SÍ. “Para poder realizar correctamente esta educación en el sondaje es necesario incrementar los tiempos que las enfermeras dedicamos a cada paciente y que nos permitan tener una gestión autónoma de nuestra agenda en consulta para que esa adherencia sea una realidad a lo largo del tiempo”.

El estudio, denominado “Calidad de vida y autonomía en pacientes con cateterismo intermitente capacitados por enfermeras especializadas”, indica que existe una relación directa entre la educación, monitorización y seguimiento que realizan las enfermeras, la individualización del tratamiento según las necesidades y circunstancias del paciente y la mejora de su adherencia al tratamiento.

“Para garantizar un manejo adecuado del sondaje vesical intermitente y un buen nivel de adherencia al tratamiento también es fundamental elegir una sonda que se adecúe a las características específicas de cada paciente. Para ello, es esencial que la enfermera experta en urología funcional asesore y acompañe al paciente en la elección de la sonda que más le beneficie, en función de su grado de destreza manual, capacidades funcionales y motoras, agudeza visual, función cognitiva, fisionomía corporal y del aparato urinario, entre otras variables”, indica Arancha Torres, enfermera del Hospital Universitario Infanta Leonor, en Madrid, y portavoz de Proyecto SÍ.

“Desde Hollister tenemos un claro compromiso con la calidad de vida del paciente a través de una alta cualificación de los profesionales sanitarios, por eso impulsamos Proyecto SÍ, una iniciativa que promueve la práctica basada en la evidencia, el desarrollo de proyectos de investigación y la estandarización de los cuidados. Es todo un orgullo reconocerles el fruto de este camino que se acaba de materializar hace apenas unos días, al quedar finalistas en la III y IV Edición de los Premios del Observatorio de la Adherencia al Tratamiento (OAT), lo que supone un enorme reconocimiento de la comunidad”, explica María José Villa, directora de Marketing de Hollister.

Noticias relacionadas

enfermeras expertas en urología funcional, Proyecto SÍ, Sondaje vesical intermitente, Urología

¿Quieres comentar la noticia?

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.

*
*